ESCHER se va de exposiciones…

Escher y el efecto Droste / Escher and the Droste Effect

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Escher hace uso del efecto Droste de autorreferencia en el que «la obra aparece en la obra». En el video que te pongo se ha eliminado la distorsión del grabado original para una mejor comprensión. «El joven de la izquierda está mirando un grabado en el que él mismo aparece, mirando un grabado en el que él mismo aparece, mirando un grabado en el que él mismo aparece…» Lee este interesante artículo de Bruno Ernst… y averigua por qué Escher dejó un punto ciego en el centro de la estampa…

«Cuanto me alegro de que [grabes] conmigo en blanco y negro…»

El propio proceso técnico del grabado ha hecho que el modo más utilizado a lo largo de su historia sea la estampación monocroma, y por simplicidad, el blanco (aportado por el papel) y el negro. Hoy quiero citar algunas frases que  hicieron artistas al respecto. En primer lugar habría que distinguir la estampación en relieve, cuyos grises son obtenidos mediante la resolución de las distintas texturas y la estampación en hueco, en la que realmente sí se produce una gama de grises, consecuencia de las distintas profundidades de la talla. Es probable que esta limitación técnica haya influído en la concepción estética de muchos grabadores creando en sus obras juegos de contrastes y sombras extremas. Hasta hace relativamente poco, el grabado a color o policromo no se ha practicado en la misma medida, pero afortunadamente aquellas sociedades de grabadores del blanco y el negro  (como La Society of Black and White en Inglaterra y la Societé du Blanc et du Noir en París)  es algo que ya está totalmente superado. No debe por tanto permitirse que esta complicación técnica arredre a los creadores para hacer sus estampas a pleno color: potenciemos el lenguaje propio, inimitable y distinto del grabado en plenitud de gamas, no lo dejemos de lado por una complicación en el proceso, sino por el deseo expreso. Se ha dicho muchas veces  que El Guernica de Picasso fue realizado en grises por su deformación de grabador, pero probablemente fue así, porque así quiso el pintor hacerlo.

Hay una cita muy hermosa de Erasmo de Rotterdam, quien en 1528 anotó en sus Dialogos de recta latini Graecique sermonis pronuntiatione que “el hecho de que Durero sea capaz de expresar todo con un solo color, el negro, constituye otro más de los muchos motivos por los que es digno de admiración. Las sombras, la luz, el brillo, todo aquello en lo que se ofrece a la mirada del espectador algo más que una simple imagen de una situación. Capta con precisión la concurrencia de las condiciones de equilibrio adecuadas. Lo pinta todo, incluso aquello que no se puede pintar: el fuego, la luz, el trueno, el relámpago, el rayo o la niebla, como suele decirse; los pensamientos, los sentimientos, al fin y al cabo, el alma humana que se manifiesta en el cuerpo, incluso la voz misma. Todo lo plasma con los mejores trazos, de tal manera que incluso aquellas obras pintadas en negro perderían valor si recibieran los colores” [Op. Cit. Parra Bañón, J.J. «Arquitectura de una Crucifixión. Análisis de un grabado de Durero según una novela de José Saramago» art. en rev. mAGAzin, nº 8, pg 70, 2000.]

De esta forma Erasmo describe lo que a veces, ni el mismo grabador se plantea: un grabado monocromo bien ejecutado que consigue sugerir con acierto los colores. Compara el detalle de este paisaje, acuarela de Durero, con el fondo de la imagen superior, estate atento a la congruencia especular.

Ricardo Baroja también reflexionó sobre la valoración cromática. Perteneció a una generación de grabadores, o aguafortistas, que defendieron su esencia de pintores. Baroja afirmaba en 1944: «Ahora ha salido por ahí gente que quiere hacer grabados sin saber pintar. No tienen idea del color, y una de las condiciones esenciales del grabado es la de producir con el blanco y negro la sensación del color» «Dadas pues mis preferencias en materia de grabado al aguafuerte, se comprenderá que no puedo apreciar en lo que dicen que valen las obras de los que graban paisajes, y aun apreciaré muchísimo menos los paisajes de los aguafortistas que no son pintores. ¿Cómo se las arreglarán para dar sensación del color imprescindible para el paisaje? No lo puedo comprender. Es verdad que tales paisajes grabados parecen serlo del periodo carbonífero despues de que los arboles y el terreno han sido carbonizados por el tiempo,  han sido sumergidos en el fondo de una mina de hulla, o bien parecen cortes de glandulas teñidas por la más negra y más pesada de las anilinas». (Premios Nacionales de Grabado 1998.Calcografía Nacional, pg. 19). Esta claro que Baroja se refería aquí a un grabador contemporáneo suyo, no precisamente de su agrado.

«La cosa en realidad es muy simple, diría también Escher, negro y blanco, día y noche, ángel y demonio». El artista gráfico vive de este contraste. Esta simetría del color, o antisimetria, es un complejo concepto matemático que siempre llevarían sus conocidas figuras simultaneamente positivas y negativas.

Como la canción que escribió Joaquín Sabina para Victor Manuel y Pablo Milanés  en blanco y negro… «Cuanto me alegro /de que pintes conmigo en blanco y negro/ graffitis en los muros del planeta, / y si falta un color en mi paleta / regálamelo tú.»

Pablo Milanés y Víctor Manuel – En blanco y negro

Canción escrita por Sabina y musicada por ellos para la gira con el mismo nombre. 1995.

Paul Valery, en su disertación Pequeño discurso a los pintores grabadores*, pronunciado en 1933, escribiría:»¿No les bastan a ustedes unos trazos, unas entalladuras, para que una cara o una campiña se nos brinden no sólo con todo su parecido, sino sugeridas hasta el punto de que no se echa en falta el color ausente ni aun la luz más rica? ¿Y no le bastan a un escritor que no ignore su oficio unas cuantas palabras, un verso solo, para despertar en el alma todas las cualidades de las cosas, y aun todos los armónicos y resonancias del recuerdo de un momento singular de la vida? He aquí lo que nos acerca, señores. Todos comulgamos en el Blanco y Negro con el que la Naturaleza no sabe hacer nada. Ella no sabe hacer nada con un poco de tinta. Necesita un material literalmente infinito. Nosotros en cambio muy poca cosa y, a ser posible, mucho espíritu. Por eso amo al grabador. Os amo, grabadores, y comparto vuestra emoción cuando alzáis a la luz, húmedo aún y delicadamente sujeto con la punta de los dedos, un pequeño rectángulo de papel apenas salido de los pañales de la prensa. Esa prueba, ese recién nacido, ese niño de vuestra paciente impaciencia (pues el ser del artista sólo por contradicciones puede definirse) lleva en sí ese mínimo de universo, esa nada, pero esencial, que supone el todo de la inteligencia. Intelligenti pauca, se dice en latín. ¿No es esa la divisa orgullosa y común de todos los reunidos a mayor gloria del Blanco j el Negro?»

[Fuente imágenes: superior: buril de Alberto Durero La Virgen del mono; derecha: Durero: La casita del lago, 1496, acuarela y pintura opaca del Museo Británico, corresponde al detalle del fondo del grabado de La Virgen; siguiente: aguafuerte de Ricardo Baroja; inferior: M.C. Escher, Metamorfósis II. Abajo Diana Scultori (Diana Mantuana o Mantuvana) The Feast of the Gods, after Giulio Romano. 1575

© The Trustees of the British Museum *Texto de Valery en “Pequeño discurso a los pintores grabadores”. Incluidos en Piezas sobre Arte, Madrid, Visor, 1999]

LA MANERA NEGRA

Esta atractiva forma de grabar se atribuye a Ludwig von Siegen en 1642. El artista, conocedor de los claroscuros que alcanzaba Rembrandt a base de entrecruzar líneas, ideó una forma de trabajo sobre el metal graneando la plancha para crear una trama de miles de pequeños puntitos.

De su origen se sabe que en una carta, con fecha de 6 de marzo de 1641 a la Sra. Amelia Elizabeth, Landgravina de Hesse-Cassel, Siegen anuncia que había comenzado a hacerle un retrato y, puesto que estaba económicamente apurado, agradecería su pago. En agosto de 1642 terminó la estampa que véis un poco más abajo, que se conoce como el primer grabado con la técnica del mezzotinto, mezzotint, manera negra o antiguamente en castellano, grabado al humo. Es un retrato de la citada Amalia Elisabeth von Hanau-Wüzemberg, viuda de su antiguo protector. Tras acabarlo escribió a su hijo William VI explicándole con las siguientes palabras que él mismo había inventado el proceso:

«…No podría parar hasta dedicarle, humildemente, una obra a su Alteza, extraordinaria conocedora del arte, trabajada de una manera aún no conocida. La forma en que está realizada ningún grabador o artista podría explicar o adivinar” (Spangeberg, Six Centuries of Master Prints, Cincinati Art Museum, 1993). El rígido retrato presenta lo que caracterizará a esta técnica: la amplitud en la gama de tonos de luz y de sombra sin línea alguna.
Siegen comenzó haciendo este mezzotinto (medio tono) partiendo del claro al oscuro e insistiendo en aquellas zonas donde quería generar más matices usando «roulettes» o ruedas con afilados dientes. Pero esto no es lo usual ya que la mayoría de los grabadores primero trabajan la trama en la plancha entera y a base de rascador y bruñidor van desdibujándola hasta obtener los medios tonos y los blancos que, por contraste, son muy intensos. Solamente hizo siete planchas, retratos de nobles, santos y aristócratas protectores suyos y una copia de un cuadro de Carracci.

Fue su seguidor, el artista  Rupert el Príncipe of the Rine primo de William VI de Hesse-Kassel, quien continuó el proceso en 1654 aprendiendo, quizá, del mismo Siegen. Aún se conservan las cartas entre ellos. Rupert había producido algunos mezzotintos con estilo propio y a su vuelta a Inglaterra, hacia 1660, lo extendió allí. Gran Bretaña se convirtió pronto en la cuna de esta técnica. En 1662 se realizó una publicación, en terminos algo enigmáticos, por John Evelyn de título De la nueva forma de grabado, o Mezzo Tinto, inventada y difundida por su Alteza el príncipe Rupert, conde palatino de Rhyne & C. Probablemente fue él quien inventó el graneador. Su mentor artístico Wallerant Vaillant (1623-77) continuó su difusión comercial en Amsterdan en la decada de los 60 y de ahí al resto de Europa.

La técnica: esta forma de incisión directa en grabado consiste en granear una plancha, preferiblemente de cobre por su dureza, de manera que si se estampara en ese momento se conseguiría una mancha absolutamente negra de gran intensidad. A partir de ahí, y con la ayuda del rascador y el bruñidor, se van sacando los medios tonos al rebajar la profundidad de los huecos en los que se introduce la tinta. Esto es, un agujero más profundo significa que cabe más cantidad de tinta, por lo que imprimirá más oscuro. Mientras más se corte o bruña una zona, menos profundidad tendrá, dará cabida a menos tinta e imprimirá más claro.

Aunque hay algunos artistas que lo hacen del claro al oscuro, decía que la práctica más frecuente es trabajar del negro al blanco a base de “borrar” las tallas, llamémoslo así. Cuando explico este concepto a mis alumnos de tercer curso de Bellas Artes (primer año de grabado), les pongo el siguiente ejemplo: imaginad que os mandan en la clase de dibujo tres ejercicios sobre el mismo modelo. El primer ejercicio lo hacéis de la forma habitual con carboncillo sobre papel blanco, el segundo consistirá en hacer un dibujo con tiza blanca sobre una cartulina negra, y el tercero,  en manchar el papel todo lo que se pueda con el carbón para, posteriormente, borrar y sacar el dibujo deseado. Pues bien, esta tercera forma sería lo más aproximado a una manera negra y hay que diferenciarla muy bien de las otras dos, sobre todo de la segunda. Esta compresión del proceso, de su estética intrínseca -muy pictórica- y a sabiendas que se consigue prácticamente la totalidad de los medios tonos de forma suave y difuminada, puede ayudarnos a entender la temática acogida por la manera negra , por un lado, y que se usase para el retrato y para la copia de cuadros por el otro. También, influenciado por el invento de Le Blon, la tricromía, basada en la estampación de tres planchas trabajadas de esta forma con los colores primarios, hizo que se utilizasen tintas de colores, además de la tinta negra. En los siglos XVII y XVIII se puso muy de moda el glass-print en Inglaterra, una mezzotinta con efectos traslúcidos pasada a un cristal en vez de papel.

La herramienta fundamental que se utiliza es el graneador, berceau (cuna en francés) o rocker (mecedora en inglés). Consiste en un utensilio con su extremo de acero en forma de media luna, achaflanado por un borde lleno de incisivos dientes, responsables de elaborar la trama de puntos. Se coloca perpendicularmente a la plancha y comienza a balancearse. El dentado de distintos grados y la presión crearán una trama de minúsculos agujeros ordenados en surcos que luego recogerán la tinta gracias a su profundidad y sus rebabas. Se necesitarán una diez pasadas en todas direcciones para conseguir cierta calidad. Este azaroso y lento momento del proceso puede que retire a algunos artistas de la manera negra, pero queda más que compensado por la belleza que ofrece. Ya hay casas especializadas que venden las planchas preparadas con el berceau, algo caras de momento, pero se entiende dado el tiempo que requiere su preparación. También hay ingeniosos sistemas para realizarlo de forma mecánica que hemos encontrado en varios videos de Youtube. La resina permite también imitar la técnica directa de la manera negra, mediante un aguatinta uniforme de mordido profundo. En vez de puntear la plancha se resina y muerde en ácido hasta dejar un punteado uniforme sobre su superficie que se traducirá en un negro intenso. A partir de aquí se usa el rascador y el bruñidor de la misma manera para ir consiguiendo las distintas tonalidades más claras. Los resultados son menos espectaculares, aunque por su comodidad es utilizado por muchos artistas. Hay quien lo ha denominado «falsa manera negra».

Una vez realizada la primera mancha con el berceau, se determina el dibujo y se comienza a trabajar con los rascadores y bruñidores. Los primeros cortan el grano con sus afiladas aristas, y los segundo los aplastan por su parte roma. Es conveniente utilizar un lubricante, como aceite de linaza, para no rayar el metal. Esta técnica, pese a ser un método directo que que permite cierta visibilidad, requerirá experiencia por parte del grabador para saber traducir los tonos que le quedarán una vez impresa la plancha, ya que cuando se estampan suelen ser más oscuros de lo que aparentan en el metal. Es frecuente recurrir a sucesivas pruebas de estado hasta llegar a la Bón a Tirer. Un cobre, si es estampado en condiciones óptimas de fricción de la tarlatana y de presión en el tórculo, permitirá una edición de más de 50 ejemplares sin desgastarse. Téngase en cuenta que la manera negra es muy similar a la punta seca, y el aplanamiento de las rebabas irá restando nitidez a la imagen tras las sucesivas estampaciones. La tinta debe ser de alta calidad, con densidad de pigmentos, para obtener buenos resultados.

Son muchos los creadores que han utilizado este procedimiento. Como ejemplo (solo pongo algunos ya que la lista es amplia) tienes a los artistas ingleses de los siglos XVII y XVIII. Más actualmente Escher o Carol Wax, esta última autora de uno de los libros más hermosos y completos sobre la técnica: The mezzotint; Chuck Close, que proporciona una nueva forma de entenderlo, los españoles Antúnez o Ramiro Undabeytia, quien ha modernizado la estética con imágenes muy actuales, sorprendentes y divertidas o la artista Deborah Lulu Chapman. Pero este listado debería dejarse para posts independientes ya que cometería muchos errores por omisión. Tan solo resumir, con respecto al contenido tradicional, tres tipos de temática: la estética de lo sublime, el retrato y la copia de cuadros. Puedes ver imágenes de todos los tipos aquí o profundizar con este artículo de François Maréchal sobre El grabado al humo.

[Fuente imágenes: superior, Chuck Close en la National Gallery de Australia; Retrato de Von Siegen de la Regente de Hessel-Kassel Amelia; proceso, imágenes de jimhubbman; manera negra sobre materiales en denisesaint-onge, detalle de un graneador, Carol Wax en  contemprints.] Volveremos…

ESCHER EN ACCIÓN…

Este es uno de los posts que he tenido que modificar ya que, lamentablemente, los videos a los que hace referencia han sido descolgados de Youtube. El texto original de septiembre de 2009 era el que aparece más abajo del que dejo constancia por si algún día vuelven a aparecer… «Si quieres ver a Esher en plena actuación como grabador mira estos dos interesantes vídeos. El primero es bastante curioso ya que se trata de un trabajo realizado a la manera negra o mezzotint.  Verás al artista punteando la plancha con el berceau y luego bruñéndola con el rascador- bruñidor para ir sacando los distintos grises. El segundo, más espectacular, se trata del corte y estampación (manual) de su famosa xilografía Snakes, realizada poco antes de morir. Como Leonardo, Miguel Ángel y muchos otros, es zurdo…»

3 de marzo de 2010: por fin hoy he encontrado este otro en el que sale Escher trabajando varias técnicas, no te lo pierdas ya que es más completo que los anteriores a los que también incluye… .-)

06/05/2020 Nuevo intento:

M.C. Escher – Creating The «Snakes» Woodcut

This video show M.C. Escher himself creating the «Snakes» woodcut,

ESCHER IMPOSIBLE

Mauris Cornelis Escher (1898 -1972) es uno de los grabadores más famosos del mundo. Aunque tiene más facetas, es popularmente conocido por sus figuras imposibles, sus escaleras que a la vez ascienden y descienden, sus metamorfosis, sus retratos infinitos, etcétera. La mayoría de ellas las realizó mediante litografías (448 en total) y alguna que otra xilografía.

En 1990 se celebró un congreso en Granada sobre «Arte y Matemáticas». Escher era el artista que ponía la imágenes con una magnífica exposición…aún recuerdo la calidad y delicadeza del dibujo, algo que pasa más desapercibido en una reproducción. En el catálogo se cuenta como el holandés, atraído por la belleza de la Alhambra,  comentó en cierta ocasión:

«Muchos de los mosaicos coloreados que cubren paredes y suelos de los palacios de La Alhambra, en Granada, nos muestran que los árabes eran maestros en el arte de llenar el plano con figuras geométricas sin dejar huecos. ¡Que pena que su religion les prohibiera hacer imágenes! (…) que yo sepa, ningun artista se atrevió a usar figuras reconocibles , como pájaros, peces o personas como elementos decorativos. quizá ni siquiera se les ocurrió una idea semejante. (Toronto, 1964) [Cat. Escher, Universidad de granada, 1990]. Quien vea sus Metamorfosis entenderá mejor este comentario, pero también hay que resaltar la otra faceta de Escher, la que frecuentemente pasa desapercibida ante la potencia y lo sorpresivo de sus diseños, la que se oculta tras el análisis matemático, la de un exquisito dibujante.

Para ver más imágenes y descargártelas hay una página muy bien resuelta,  la de José Martínez Aroza, profesor de matemática aplicada de la Universidad de Granada. La otra obligada es la de la propia Fundación M. C. Escher donde encontrarás todo sobre su vida y su obra: las estampas, la biografía, enlaces, museos, indicaciones, noticias, películas, entrevistas, mechardising…todo! Revísala como un sabueso, te encantará.

Mención aparte están los cientos de vídeos que ofrece Youtube del artista, y que puede darte una idea de lo que ha supuesto para el público y para el mundo de la animación. Como es natural encontrarás muchos y de diversa calidad. Yo despues de haber visto bastantes, me ha resultado difícil elegir, pero por hoy me quedo esta divertida animación de Goo Shun Wang , donde verás la extraña realidad del espacio Escher indagada por un simpático personaje…Está genial! 🙂

Hallucii

Hallucii, a short animation made by Goo-Shun Wang