Montando una exposición de grabados…

El Museo de Bellas Artes de Sevilla presenta la exposición El Arte del Grabado Antiguo. Obras de la Colección Furió. Gracias a su coleccionista, Vicenç Furió, hoy mostramos un aspecto inédito de este tipo de eventos que raras veces llega al público o, incluso, a los profesionales del grabado. La complejidad, exigencia y el mimo invertidos en el montaje están directamente relacionados con la protección de la obra y la calidad en su visualización. Además, significan un profundo respeto tanto al público como a los artistas representados.

Muchas son las gestiones y los profesionales  que realizan, y supervisan, el trabajo: desde el diseño de las sofisticadas cajas, para preservar el buen estado de las obras, hasta la última luz que se apaga cuando finalice la muestra. Célebres visitantes como Alberto Durero, Claude Mellan, Hendrick Goltzius, Sadeler, Rembrandt, Ribera, Canaletto, Tiepolo, Piraesi o Goya merecen toda la atención posible.

En las fotografías podemos observar parte del proceso que incluye la colocación de las piezas, su transporte y descarga, la apertura de las cajas y la comprobación minuciosa de que el viaje ha llegado a buen término. Sería una primera fase. Tras ésta llega quizá la más difícil: elegir la mejor disposición analizando cuidadosamente cada argumento a favor y en contra de una vecindad entre estampas conforme a la autoría, el formato, el motivo y el discurso de la exposición.

La siguiente etapa se dedica a colgar los cuadros, que implica trabajos tan domésticos -y tan especializados- como colocar los cáncamos en el marco o usar un nivelador láser para asegurar la inclinación y la altura a la que serán expuestos. Es el momento de la primera presentación: hay que enganchar, medir, deslizar, componer y fijar antes de  iluminar, tal vez el momento más laborioso.

La iluminación difusa y puntual, de más o menos lúmenes, será un elemento primordial en el arte final ya que deberá proteger y lucir la estampa a partes iguales, arropándola o descubriéndola, para que pueda ser disfrutada con confort. Dice Furió: «Coleccionar es un proyecto, construir un proyecto con sentido. Se viven emociones intensas, como cuando encuentras una obra que buscabas o inesperadamente encuentras un grabado valioso en una carpeta repleta de estampas. (…) Coleccionar también es mostrar y compartir. Al principio quizá con un grupo reducido de personas, pero si tienes la posibilidad de exponer la colección, compartir el valor de las obras con un público interesado es muy gratificante, además de útil cultural y socialmente. Escribir sobre grabado, organizar exposiciones, dar conferencias o clases sobre el tema, son maneras de intentar despertar el interés por este arte y el modo de apreciarlo” (Entrevista a Vicenç Furió, historiador del arte y coleccionista de grabado antiguo el 26/04/2016 en grabadoliquido.com.)

Ya hemos referido la excelencia de esta colección en otras entradas, véase El arte del grabado antiguo. La colección Furió. También puede encontrarse más información en la web del Museo de Bellas Artes de Sevilla. Dejamos pendiente para un futuro próximo que este entendido coleccionista nos dé más detalles de su experiencia entre bambalinas.

[Todas las imágenes y los derechos de reproducción pertenecen a Vicenç Furió]

EL ARTE DEL GRABADO ANTIGUO. LA COLECCIÓN FURIÓ

Rembrandt (2)

Acaba de publicarse un libro que interesará a todos los amantes del arte y resulta indispensable para quienes tengan afición, admiren o coleccionen estampas de los antiguos maestros. Su autor, Vicenç Furió, es profesor de Historia del Arte de la Universidad de Barcelona, estudioso y coleccionista. Su conocimiento se suma aquí a su sensibilidad para ofrecer una publicación singular, muy bella, escrita con un lenguaje ameno y acompañada de magníficas reproducciones. Dice en la introducción  «He escrito este libro por placer, por mi pasión por el mundo del grabado antiguo y con el deseo de divulgar conocimientos», una frase garante de la libertad con que se expresa su contenido. El título es El arte del grabado antiguo. Obras de la colección Furió (Publicacions i Edicions de la Universidad de Barcelona, 2014).

El libro, cuyo prólogo está escrito por José Manuel Matilla, jefe del Departamento de Dibujos y Estampas del Museo del Prado, se centra en la apreciación y valoración de los grabados desde el siglo XV hasta el XIX en relación con sus aspectos estéticos, técnicos y expresivos. Presenta una selección de ciento treinta obras de su colección particular, una de las más selectas de nuestro país, reunida con criterios exigentes a lo largo de casi tres décadas. Hace un tiempo comentamos en este blog otra parte muy hermosa de la colección focalizada en el mundo del arte y los artistas.

Se trata de una guía para comprender mejor el arte del grabado. Y no solo el antiguo, también el contemporáneo en tanto que trata innovadores resultados artísticos de otro momento histórico. En su lectura pasearemos por la antesala del lenguaje gráfico actual, encontraremos certeros análisis y comentarios que ayudarán a apreciar mejor las obras de Durero, Goltzius, Sadeler, Callot, Ribera, Rembrandt, Tiepolo, Piranesi o Goya, entre otros.

Durero. El paseo (1)

El grabado, al igual que la poesía, requiere de un estado de ánimo especial; admirar estas estampas de la mano de Furió nos hace sentir parte de la emoción que volcaron sus autores al crearlas. Las obras pueden verse en una exposición que estará hasta el 20 de febrero en el Edificio Històrico de la Universidad de Barcelona y que, sin duda, debería itinerar por otras ciudades: es un lujo para los sentidos, una importante apuesta cultural y una oportunidad para que la sociedad tenga los grandes maestros al alcance de la mano.

VFurióPodéis encontrar más información en la sección Noticias de la Universidad de Barcelona, en El Punt AvuiTot Sant Cugat, el artículo de Toni Mata en Diari Regi 7, la reseña de Bonaventura Bassegoda en el Forum de las Artes  o estos vídeos: TV de L`eixample y una entrevista en Youtube.

[Fuente imágenes: superior: Rembrandt van Rijn, El jugador de golf, 1654, aguafuerte; central: prueba de impresión del libro El arte del grabado antiguo; siguiente Albrecht Dürer, El paseo, ca. 1498, buril; inferior: Vicenç Furió con algunas obras de la exposición. Foto: Xènia Fuentes]