GRABADO AL CARBORUNDO

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El grabado al carborundo, o carborundum, es una de las técnicas más populares dentro del conjunto de las técnicas aditivas. Fue propulsada por Henri Goetz, un americano en París, quien a finales de los 60 publicó un librito de título Gravure au Carborundum (Maeght, ed. aug. 1974). A partir de ahí, el procedimiento comenzó a extenderse primero entre los grandes artistas y después en escuelas y talleres de todo el mundo. Hoy en día es un proceso fundamental en el aprendizaje del grabado contemporáneo.

Según el propio autor, esta técnica surgió en el intento de minorizar la compleja y dañina parafernalia del grabado calcográfico tradicional, por lo que puede considerarse desde este punto de vista, como una de las primeras indagaciones sobre el grabado no tóxico tan de moda hoy en día. Sabiamente, y quizá consciente de las características gráficas del proceso, dijo también que en ningún momento pretendía que el carborundo sustituyese los modos clásicos, sino que quería multiplicar sus las posibilidades. Ahí radicó el éxito de su propuesta que se unió de inmediato al hacer de los grabadores. Pocos años después, Goezt reafirmó su publicación en una de las revistas de grabado más prestigiosas de la época, Les Nouvelles de l’Estampe, con un artículo titulado «Une nouvelle technique de gravure» (Una nueva técnica de grabado)  que apareció en el nº 8, de marzo de 1973.

Plancha de carborundo

De forma esencial esta técnica permite conseguir efectos pictóricos y lineales,  aunque estos últimos no son igual de conocidos. Para ello utiliza dos productos fundamentales: un barniz sintético, o similar, y carburo de silicio, o carborundo. Al ser entintado el polvo abrasivo, muy parecido a la arena o al sílice de un papel de lija, retiene la tinta en mayor o menor grado según sea su concentración. Cuando es bien aplicado los efectos son realmente hermosos y la versatilidad del proceso permite al grabador muchas variantes plásticas. Indagando en ella permite realizar líneas y texturas de todo tipo: punta seca, efecto crayón, aguatintas de muchas tonalidades, efectos pictóricos de todo tipo… Para ello el grosor de la capa de barniz y la forma de aplicar el carburo de silicio son fundamentales.

En su manual Goezt explica que la plancha se prepara con Rodophas “B”, un barniz en cristales que se disuelve con alcohol o acetona, y sobre éste se espolvorea el carborundo que se pega y produce efectos similares a una resina. Si se deja secar también puede trabajarse con punzones, herramientas calientes tipo pirograbadores, rascadores, etcétera dejando los efectos lineales y las texturas que comentaba más arriba. Una vez concluida y endurecida la matriz, se entinta en hueco estampándose en el tórculo. Si hubiese que eliminar o borrar alguna zona se podría hacer fácilmente con el disolvente universal, lo que también permitiría recuperar la plancha una vez finalizada la edición. también suele utilizarse en una mezcla a partes iguales de barniz sintético, aguarrás y carborundo pintando con ella sobre la matriz.

El carburo de silicio es el abrasivo más duro que existe en el mercado (9 en la escala Mohs de dureza, cuyo máximo es 10) motivo quizá por el que fue elegido al resistir adecuadamente la presión del tórculo. En estado natural existe bajo la denominación de moissanita, pero es muy escaso, por lo que se obtiene mediante un proceso artificial en el que se quema cuarzo y carbono a 3000º centígrados en un horno eléctrico. Si se muele retiene su estructura punzante por mucho tiempo usándose para el graneado de piedras litográficas y es tan hermoso de aspecto, que aparece también en pintura para conseguir distintos acabados. Se presenta en color rosáceo, verdoso y negro brillante, siendo este último el más extendido y duro. Andy Warhol lo utilizó mucho para la estética pop de sus cuadros. El rango de molienda es muy amplio, lo que permite desarrollar una amplia gama de texturas: la numeración que utilizó Goezt va desde el 80 (más grueso), 120, 180, 220, 320 400,  800 y 1200, aunque aún es más exhaustiva. Los cuatro últimos son muy finos y difíciles de conseguir en sitios no especializados.

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A poco que leas distintos manuales observarás que los productos varían de un autor a otro, siendo la esencia siempre la misma. Nosotros utilizamos con bastante buen resultado un barniz de poliuretano o acrílico para suelos (por su dureza) y otros adhesivos fuertes como el pegamento de dos componentes (adhesivo y endurecedor). Para una mancha plana se dibuja con el producto en una capa fina, se espolvorea carborundum encima con mayor o menor densidad y se deja secar toda la noche. Al día siguiente se sacude el exceso. También puedes hacerse una mezcla a partes iguales con barniz, aguarrás y carborundo y pintar con ella sobre la matriz o arrastrarla con espátulas, lo que dará diversas tonalidades. Conviene remover bien la mezcla para que el grano no quede abajo. En ambos casos es importante fijarlo con una capa de barniz diluido con aguarrás al 50%. Una ver finalizados estos pasos se siguen los preceptos de cualquier técnica aditiva. Esperar 24 horas a que se seque completamente y la plancha ya está lista para entintarla, preferiblemente con brochas, para cubrir la totalidad de la superficie texturada. Recuerda diluir la tinta con aceite de linaza generosamente. La limpieza se realiza con tarlatana del modo habitual, rematando los cercos y velos del fondo con un trapo seco y limpio o tarlatana.

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El soporte puede ser cartón, metal, madera, plástico, acetato…lo único es asegurarse de lijar o rayar un poco la superficie, si fuese muy satinada o desengrasarlo. Según la matriz elegida permitirá combinarlo con otras técnicas, por ejemplo punta seca sobre metacrilato, aguafuerte sobre metal, etcétera. Tan solo debes tener en cuenta que el grosor de la pasta de carborundum y el número de grano son factores importantes a tener en cuenta para el resultado final. Por último, dependiendo de cuantos colores quieras aplicar a la imagen se necesitará más o menos planchas. Para ello el acetato es muy adecuado, dada su transparencia. Una vez que se ha obtenido la primera prueba, se pueden hacer correcciones. Para aclarar se aplica barniz barniz con el pincel, de manera que vaya rellenando los huecos entre los granos de carborundo y para oscurecer se aplica barniz igualmente y se vuelve a espolvorear carborundo. Una vez seco siempre hay que reforzar con una segunda capa rebajada con aguarrás. Se puede también lijar y rayar, aplicar con una jeringuilla para hacer líneas…

Como es lógico, Goetz utilizó mucho esta técnica. También lo hicieron  Max Papart,  Antoni Clavé  y Antoni Tápies, pero su exponente más célebre fue Joan Miró (1893–1983), quien la experimentó desde 1967 utilizándo una pasta muy gruesa para conseguir sus características zonas de intenso color. Miró trabajó con Dutrou, Morsang o Adrien para Editeur de Peinture, y disfrutó enormemente con la libertad técnica que le permitía este proceso. Escribió entusiasmado el postfacio del libro de Goetz alabando su frescura y la espontaneidad comparado con los procesos convencionales:

18/68. I“Querido Goetz; estos últimos días he trabajado con Antoine Saint-Paul y cada vez me doy más cuenta de la riqueza y de los nuevos horizontes que su procedimiento aporta al grabado. Jamás habíamos obtenido texturas tan impactantesde una forma tan rápida. En lo que a mí respecta, puedo expresarme sin ninguna limitación, a un impulso de espíritu, sin ser paralizado ni ralentizado por una técnica desfasada que limitaría la libre expresión y la pureza y frescor del resultado final. Un grabado de estas características puede tener toda la belleza y dignidad de un hermoso cuadro. Además , desde el punto de vista social y personal, el mensaje de la estampa puede ser editado en un número limitado de pruebas que le darán mayor difusión que un cuadro (…). Sería para mí un honor ver las cartas que le he enviado referidas a su técnica, publicadas como prefacio al libro que prepara.Con todos mis deseos de buena salud para usted y su mujer, le estrecho cordialmente la mano. Miró»

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El Kelpra Studio de Londres introdujo la técnica a Gran Bretaña en la década de 1980. Hoy en día es raro el grabador que no la haya utilizado alguna vez. Disfrutarás mucho realizando grabados de este tipo, incluyendo todas sus versiones…  Pruébalo!

Henri Goetz tiene una magnífica pagina personal donde podrás ver toda su biografía, obra, bibliografía, vídeos…etcétera. Nació en Nueva York en 1909 y falleció 1989. De nacionalidad francesa estudió arte en la universidades más prestigiosas (Grand Central,  MIT de Boston y en Harvard). Al principio su obra era de inspiración realista, en su mayoría retratos. Entonces descubrió los impresionistas, los fauvistas, los cubistas, los expresionistas, las obras de Klee y Picasso; y poco a poco una vez traspasadas estas influencias, comenzó a simplificar las formas para llegar, alrededor de 1936, a un estilo que se hizo de una extraña acumulación de objetos inventados, una especie de inmersión en el color de los sueños. La mayor colección de sus grabados está situada en el Departamento de Estampas y Dibujos de la Biblioteca Nacional de Francia. Allí se conservan 425 copias  de todos los períodos y técnicas.

[Fuente imágenes: superio: Joan Miro, carborundo y gofrado en artbrokerage.com ; siguiente foto perteneciente al libro Gravure au carborundum en el que se muestra dos de las texturas posibles;siguiente: placha de carborundo de Fiona Costello en fionacostelloe; siguiente, carborundum en chipaxa; siguiente la artista Jackeline Aust trabajando en Art Print Residence; siguiente Laura Hudson en laurahudson.co.uk;  siguientes, carta de Joan Miró a Goezt, en el libro; siguiente carborundo y aguatinta de John Eaves en johneavespaintings.co.uk . Última: portada del libro]

LOS BARNICES PARA GRABADO

Cuando un grabador se acerca por vez primera a la técnica del aguafuerte puede sorprenderle la cantidad de barnices que existen en el mercado, sus distintas presentaciones y finalidades. Por ello, más que enumerarlos a modo de catálogo al que puedes acceder en muchas páginas comerciales, pretendo analizarlos desde varios puntos de vista para que te familiarices con ellos.

La misión principal del barniz es la de proteger la plancha del efecto del ácido sin perjuicio para el dibujo, por lo que es conveniente que la capa sea los suficientemente gruesa sin que impida una incisión limpia y nítida. Con respecto a la presentación se encontrará que hay barnices sólidos y líquidos. Los primeros se aplican con muñequilla o rodillo y sólo se utilizan para el fondo, ya que la propia manera de extenderlos impide que se pueda hacer en zonas pequeñas. Los fluidos se usan indistintamente para fondo y reservas con un pincel. Es importante aclarar que no conviene usar un barniz líquido de fondo para una reserva ya que, al tener la misma densidad y soluto, en su aplicación iríamos diluyendo la capa aplicada previamente; el segundo, más denso o soluble en otras sustancia distinta, se utiliza para ir haciendo reservas en zonas muy localizadas del dibujo. También hay quien lo utiliza en la plancha completa a partir de la primera prueba de estado. Por último el barniz de recubrir se utiliza para proteger el reverso y los cantos de la plancha.

Pueden encontrarse barnices que son de color marrón, conferido por el betún o la pez, y transparentes. Estos últimos, menos extendidos, se fabrican para permitirle al grabador una mejor visibilidad del dibujo por lo que se suelen utilizar tras la primera prueba de estado. Muchos artistas optan por ahumar la plancha con un conjunto de mechas de cera para dar más contraste a la linea rayada en la capa de barniz.

CARACTERÍSTICAS 

Finalidad: de fondo (toda la plancha), de retoque (zonas localizadas) o de recubrir (reverso y cantos de la plancha).
Presentación: líquido o sólido (este último en bola o en bloque).
Densidad: los de retoque y de recubrir son más densos que los del fondo.
Solubilidad: aceite o alcohol. Ahora comienzan a aparecer barnices menos tóxicos que tienen un soluto acrílico. Los comento más abajo.
Color: marrón o transparente. Esta cualidad de transparencia conviene para ver el dibujo a partir de la segunda prueba de estado. En el inicio hay grabadores que se decantan por barnices más opacos.
Dureza: todos estos barnices quedan duros y satinados cuando se secan. Existe el llamado barniz blando que ofrece siempre una textura mordiente y se utiliza para una técnica específica de grabado denominada precisamente así.

Muchos grabadores eligen fabricar sus propios barnices adaptando la formulación a sus preferencias. En los distintos manuales encontrarás multitud de recetas que aunque aparentemente distintas tienen todas como base una mezcla en distintas proporciones de cera, resina (dammar o colofonia) y betún de Judea. Con respecto a estas preparaciones caseras, una buena opción es comenzar con productos comerciales y, una vez controlada la técnica, formular un barniz adaptado a la metodología de cada cual. Sólo recomendaría hacerlas en los casos estrictamente necesarios y con la suficiente experiencia, ya que todas contienen componentes inflamables y volátiles que, aunque se preparen al baño maría, no quedan exentos de un riesgo importante de quemaduras.

Para estudiar la oferta actual partiré de la casa Charbonnel, una de las marcas más clásicas y prestigiadas en Europa,  aunque otras como Artools por ejemplo, no le desmerece en calidad. Lo hago por la variedad de barnices que oferta. Esta empresa, considerada también como el mejor fabricante de tintas calcográficas, fue fundada en 1862 por Francois Charbonnel, químico y farmacéutico parisino. Se instaló en la Rue Quai de Montebello de París y en 1989 fue comprada por su gran competidor Lefranc & Bourgeois, mudándose a Le Mans. Hoy en día aún conserva el nombre. Si quieres leer más sobre Charbonnel y los barnices, pincha aquí.

COMPONENTES. 

Un barniz tecnológicamente avanzado presenta los siguientes componentes en mayor o menor proporción:
Cera: la cera era el ingrediente principal que utilizaron los antiguos para la ejecución de sus aguafuertes, en concreto cera virgen, puesto que cumplía adecuadamente la labor de reservar el metal del ácido. Su único inconveniente fue su transparencia que quedó resuelta con el ahumado de la plancha mediante mechas encendidas. Su misión en los barnices actuales es aportar flexibilidad evitando el descamado. Su acabado puede ser mate o satinado.
Resinas: Dammar, masilla y/o colofonia: transparentes, aportan dureza permitiendo el dibujo con los distintos punzones o ruletas. La masilla es insoluble en aguarrás.
Esencia de trementina: confiere un aspecto satinado y brillante al barniz. Seca lentamente.
Esencia de petróleo: confiere aspecto mate y seca más rápidamente.
Pez: confiere dureza y color (del marrón al negro).
Betún de Judea: permite la resistencia química al ácido y aporta una coloración opaca y oscura.
Extracto seco: partes no volátiles de un producto. Cuanto más hay más dura es la presentación del barniz, por ejemplo el de bola. Todos se diluyen con esencia de petróleo o esencia de trementina. Puedes encontrar algunos cuyo soluto sea el alcohol.

TIPOS DE BARNICES:

1 BARNICES DE FONDO. Hardground, etching ground, engraving ground.

Barniz de bola: se aplica en caliente con una muñequilla. Hay quien también lo hace con rodillo. La bola se frota sobre el metal templado colocado en la chofereta y se extiende a base de ligeros golpecitos. La muñequilla no debe tener en la superficie de su piel ninguna muesca o marca que pueda deteriorar la aplicación. Algunas casas pueden presentar dos durezas distintas.



Barniz líquido: se aplica con un pincel ancho y plano de pelo de marta o similar sintético. Se compone fundamentalmente de Betún de Judea, esencia de trementina, cera y un porcentaje pequeño de extracto seco. Algunas casas pueden ofrecer varias tonalidades. Por ejemplo la casa Charbonnel dispone del barniz líquido Ultraflex y del Negro Satinado Lamour, éste último más opaco y duradero.

2 BARNICES DE RETOQUE. Suelen usarse para realizar máscaras, si se desea que el ácido no ataque más profundamente, o para volver a barnizar la plancha ya trabajada. En este último caso hay quien utiliza de nuevo el barniz de fondo antes mencionado, dando bastante buen resultado. Si se utiliza sólo para realizar reservas puede sustituirse por laca de bombillas.

Barniz de bola blanco: al extenderlo queda transparente con lo que permite una visibilidad muy alta del dibujo. Por el mismo motivo se dificulta la visión de cualquier piquete o rayón indeseado en la superficie de la plancha. Es el más duro de todos los barnices de retocar. Su uso no está muy extendido.

Barniz líquido transparente: lo mismo que el anterior pero de consistencia líquida. Se aplica en frío con un pincel de marta o similar sintético.

Barniz líquido negro (Duroziez): se aplica con pincel, se usa para el aguatinta, se escama con facilidad y debe utilizarse innmediatamente después de aplicado.

3 BARNICES DE RETALLADO: se  utilizan para incrementar la acción del ácido y deben aplicarse con rodillo para que cumplan esta misión. Sobre una plancha ya mordida se extiende, como si se tratase de un entintado en relieve, dejando las tallas a la vista y el resto cubierto por el barniz. De esta forma permite nuevas inmersiones en ácido de un dibujo que hubiese quedado demasiado claro. Charbonell presenta el Lamour negro blando y el barniz al rodillo.


4 BARNICES DE RECUBRIR (Para el reverso y los biseles).
Covering ground, a recouvrir. Se aplican con pincel en frío y son muy resistentes. Su uso está poco extendido ya que encuentra sustitutos en papeles y cintas adhesivas impermeables o en la propia laca de bombillas. En el caso concreto del zinc, las planchas de buena calidad ya suelen venir protegidas. Se denomina Barniz de Recubrir negro Lamour.

No obstante esta variedad, para el grabador que comienza creo que es importante tener siempre presente una máxima: SIMPLIFICAR. Para la ejecución básica de un aguafuerte se necesita un buen barniz de fondo (indistintamente bola o líquido) con el que comenzar el dibujo  y otro para los retoques con el que que se protegerán las zonas deseadas. Suelo aconsejar que el primero sea líquido (por su aplicación en frío y con pincel) aunque el de bola (aplicación en caliente con muñequilla) da también excelentes resultados. Y reduciendo aún más: puede sustituirse el de retoques por laca de bombillas (solución de alcohol y goma laca) que cumple adecuadamente las mismas función y es mucho más económica, lo que siempre conviene a los encogidos bolsillos de los estudiantes y de algunos artistas. Aunque ésta también puede utilizarse para el reverso y los cantos de la plancha, va muy bien para la parte posterior la cinta de embalaje o cualquier polivinilo adhesivo. Es un buen comienzo; más adelante, cuando tus reclamos técnicos te lo indiquen, amplía la gama.

La aplicación de cualquier barniz, sea el que sea, requiere de cierta pericia, para que la capa dada permita un dibujo nítido. El grabador debe asegurarse de que cuando raye la plancha el brillo del metal se vea claramente. Es como si se tratara de hacer un dibujo con hilo de cobre sobre la plancha y para mayor visibilidad es muy aconsejable que la luz incida de forma lateral. Por la misma regla de tres, si se advirtiese cualquier brillo indeseado debe protegerse inmediatamente. Estos accidentes se producen de forma fácil y continua:  arenilla, anillos o pulseras, pequeños choques, los botones de la camisa…y el ácido, en definitiva, no entiende si las rayas son voluntarias o involuntarias. Tómatelo como un juego consistente en una batalla contra el mordiente: la plancha debe estar absolutamente sellada por todos lados menos por el dibujo. Estate atento también a capas demasiado finas que reconocerás por su apariencia traslúcida; aunque no producirá efecto al principio de sumergir la plancha en ácido, sí lo hará más adelante.

EL BARNIZ BLANDO

Un último tipo de barniz es el barniz blando que explico aparte porque protagoniza una técnica específica. Se caracteriza por quedar siempre mordiente sobre la superficie del metal de manera que puede hacerse sobre él cualquier impronta textural que el artista desee. La técnica, a la que le dedicaré un post aparte, se utiliza de esta forma o con el llamado modo lápiz, con el que se puede conseguir un dibujo como si se tratase de un dibujo con grafito. Su presentación suele ser en bola, en pasta (se aplicarán con muñequilla) o en un bloque para aplicar con un rodillo. Se disitingue del resto porque al tocarlo es mucho más untuoso.  Una vez aplicado y realizado el dibujo se aplican las reservas necesarias con el barniz de retoque. Si lo deseas podrás fabricarlo tú mismo, aunque al respecto ya he expresado mi opinión más arriba. El principal ingrediente que lo distingue es el sebo o la manteca animal para darle, precisamente, la consistencia que le confiere su nombre.

Por último debe comentarse también la relativamente reciente aparición de barnices acrílicos, justificada en su menor toxicidad ya que eliminan de su composición el uso de hidrocarburos, y que por tanto, modifican ligeramente también algunos de los procesos. Sean acuosos o susceptibles a otros solutos, la mayoría se fundamentan en la cera y en la laca. Hay muchos autores que comentan que aún no están lo suficientemente estudiados, pero es cierto que poco a poco se van extendiendo y a día de hoy nos encontramos en un momento de transición procedimental. Casas reputadas de materiales de grabado como  Lascaux ya tiene a la venta algunos de estos productos y es probable que las investigaciones de otras marcas se dirijan a estas composiciones. De momento, los más populares son productos utilizados para el encerado de los suelos.

Dice Eva Figueras (La sostenibilidad en el grabado) “Los barnices acrílicos constituyen una buena alternativa. Se aplican fácilmente y su diluyente es una solución de carbonato de sosa con agua. Son aptos para el grabado los barnices y mediums de pintura acrílica -marcas Golden, Lascaux, etc., o también un encerador de suelos de la empresa Johnson denominado Future (USA), Klear (UK), Klar (Dinamarca) o Klir (Francia). En España no se comercializa, por lo que hemos realizado ensayos con una amplia muestra de enceradores para obtener resultados equivalentes que, finalmente, hemos localizado en un encerador para suelos de vinilo de la marca HG36.» (…)

De los clásicos sobre el grabado menos tóxico Keith Howard indagó sobre los barnices acrílicos  y los expuso en su libro en Non-Toxic Printmaking (1998). O Cedric Green quien utilizó tinta calcográfica mezclada con secativo de cobalto. Bosse citaba en el siglo XVII fórmulas para el barniz de retoque compuesta con sebo y aceite (Traité des manières de graver en taille douce (París, 1645; Gutemberg 1979); Boegh detalla fórmulas similares a base de mezclar pigmento blanco de titanio  con copos de jabón y aceite de linaza; Cedric Green utiliza algo similar a la laca de bombillas mezclando alcohol y goma laca, que ya utilizara también Callot. Por último Kiekeben apuesta por un barniz acrílico, consistente en una mezcla de Lascaux y pintura.

[Fuente imágenes: superior: plancha barnizada: Guía Técnica de los colores Charbonnel, Lefranc-Bourgeois/ Colart iberica; plancha dibujada con barniz de fondo y de retoque aplicado en patrisdelgadoPanoramix… en una aldea gala.; ahumado de la plancha en jpbenavente. com; imágenes siguientes de barnices también en Charbonnel; detalle de impronta de hoja en barniz blando en silviasanchez;  imagen barnices acrílicos en Polymetaal , donde además encontrarás instrucciones de aplicación y características.]

LOS ÁCIDOS DE GRABADO

El ácido es quizá el protagonista principal de la técnica del aguafuerte. Durante su larga convivencia de más de quinientos años con los grabadores, ha sido respetado, adorado, necesitado y ahora, por motivos de sostenibilidad, es repudiado por muchos dando paso a otras sustancias  menos tóxicas y contaminantes. A nada que leas un poco sobre ellos te confundirá la variedad de formulaciones, aunque en realidad todas cumplen la misma función: excavar en el metal el dibujo que el artista realizó sobre la capa de barniz. Échale de nuevo un vistazo a la entrada sobre el aguafuerte.

Llevo tiempo pensando la forma de abordar este post por su extensión, por la cantidad de artículos que se encuentran en soporte impreso y on-line, por las distintas maneras de proceder según las soluciones y la cantidad de  metales usados que varían según la tradición, la localización geográfica o, simplemente, las preferencias de los grabadores. Es previsible pues, que vuelva a este tema de forma recurrente abordándolo cada vez desde un punto de vista distinto. Hoy me dedicaré a algunas generalidades de los ácidos en base a su funcionamiento y características desde el punto de vista del grabado, con la intención de aumentar los conocimientos aplicados en el taller. No incidiré excesivamente en fórmulas ni preparaciones ya que hay muchas páginas escritas, aunque sí indicaré aquellas fuentes que me parecen más adecuadas para que amplíes los datos aquí vertidos hoy.

Los ácidos son sustancias corrosivas que hay que manejar con cuidado. Debes protegerte de sus salpicaduras, sobre todo en los ojos y heridas, evitando en todo momento el contacto con la piel. Pueden producirte quemaduras por corrosión, por lo que hay que manipularlos tomando las adecuadas precauciones y siempre bajo las normas estrictas del sentido común y la responsabilidad. Sigue las instrucciones que te dé el personal especializado si trabajas en un taller. Por otro lado, este necesario respeto  nunca debe convertirse en un miedo excesivo que te lleve a actuar con movimientos bruscos innecesarios que puedan provocar situaciones indeseadas. Siempre pongo como ejemplo el caso de una chica que soltó precipitadamente la plancha sobre la cubeta, ante el miedo de que el ácido le fuera a tocar en las manos, y el metal cayó horizontalmente sobre el líquido que le salpicó aparatosamente.

Por definición, un ácido es una sustancia que reacciona con los metales disolviéndolos y desprendiendo hidrógeno gaseoso (de ahí su toxicidad) así que disponlo en lugares muy bien ventilados. También actúa con los carbonatos como el mármol, terrazo… por lo que también debes colocarlo protegiendo superficies como suelos naturales, esmaltes de bañeras, etcétera. Neutraliza las bases y su presentación será sólida  o líquida. En la disolución acuosa tiene un pH siempre menor que 7.

Cuando se prepara una solución de ácido es conveniente saber que primero se añade el agua y después el ácido. Esto es para evitar la aparatosa reacción que se produce debido a la intensa generación de calor (ebullición retrasada) que provoca graves salpicaduras. Dada la importancia de esta aclaración y para que no se olvide hay incluso reglas mnemotécnicas como la que se indica en las Facultades de Química  «él sobre ella…no seáis malpensados. Voy a comentar algo básico en un laboratorio sobre el uso de ácidos a la hora de ser diluídos. Hay una regla que me explicaron en primer año de carrera. A las chicas les pareció machista y a nosotros práctico. Como dijo nuestro profesor de Bioquímica : “recordad, siempre él sobre ella”(el ácido sobre el agua). Gran consejo… [leer más]. Otras menos extendidas atienden a lo mismo “Primero el agua, luego el ácido, de otro modo no será plácido” Aunque esta reacción exotérmica no se produce con todos los productos, síguelo como norma y te evitarás sorpresas desagradables.

También un ácido es “la sustancia que agregada al agua hace incrementar la concentración de  H3O+» (esta es la fórmula del ión hidronio que se forma cuando se mezcla un ácido en agua: el H3 simboliza que tiene tres átomo de hidrógeno, la O que tiene un átomo de oxígeno y el signo +(en superíndice) que tiene una carga positiva, o sea, que ha perdido un electrón). El agua es quien activa su reacción funcionando como potente catalizador. Con respecto a esto, de entre las características de los ácidos que importan a un grabador debería saberse que hay ácidos oxidantes u oxácidos, como el nítrico o el clórico, y no oxidantes (como el clorhídrico o fosfórico, por ejemplo). Los ácidos oxidantes son más tóxicos en una reacción que los no oxidantes por los gases que se desprenden. Además que, en algunos casos, en los ácidos oxácidos pueden oxidar el metal, y a veces esto repercutirá en la claridad de la mordida al depositarse este óxido sobre la propia plancha que se vuelve pasiva ante el ataque haciendo que el grabado salga con imperfecciones.

También hay ácidos fuertes y débiles y no todos actúan de la misma forma con los metales. Esto ha llevado a describirlos diciendo que tienen la propiedad de producir “una mordida vertical” refiriéndose a si el ácido ataca solo la profundidad de la talla o también sus paredes laterales. Esto responde a su misma virulencia que, si es excesiva, afectará rápidamente en los lados abriendo la incisión y desprendiendo el barniz. Pasado un tiempo las líneas se juntan produciéndose las denominadas “calvas”: zonas de mordida muy amplias que no consiguen retener la tinta al ser arrastrada por la tarlatana.

La fuerza de un ácido, ya que no todos son iguales, depende entre otras cosas de la constante de disociación “Ka” que significa que el ácido se disocia en dos iones, uno positivo y otro negativo, cuando entra en contacto con el agua. Y dependiendo de esta constante lo hace más, menos o completamente dividiéndose en fuertes, intermedios, débiles, y muy débiles. Por ejemplo: en una cubeta de ácido nítrico de concentración igual a la de una cubeta de ácido clorhídrico (ingrediente principal del mordiente holandés) al meter dos planchas del mismo tamaño sabemos que el HNO3 se disocia en mayor medida que el HCl y por ello atacará más fuertemente a la plancha. De ello se deduce que al morder estando en mayor medida de disociación lo hace con más ácido activo y por tanto se gastará antes que el HCl que tiene menor grado de disociación. En definitiva: este es uno de los motivos por el que los ácidos más fuertes se gastan antes que los más débiles.

Cuando los grabadores denominamos a un ácido fuerte o débil también nos referimos a su concentración que variará dependiendo de las técnicas y de la velocidad con que se desea la mordida: soluciones concentradas o ácidos fuertes se utilizan para técnicas de terrazas, mordidas de grandes superficies, líneas gruesas… y concentraciones más débiles para trabajos delicados como tramas cerradas de líneas, aguatintas, etcétera. Para medir de forma exacta la concentración o densidad  de una solución se debe utilizar un aerómetro que dará un valor en grados Baumé. Pero siendo realistas el pesa ácidos no es un artefacto que suelan tener los estudiantes de grabado, ni muchos grabadores en su taller, haciéndolo siempre según las formulaciones recogidas en los distintos medios. A este respecto debo decir que asegures bien la solución ya que, por ejemplo, con respecto al cloruro férrico (un mordiente salino muy usado) hay versiones dispares de cómo se consigue una solución saturada (38º – 40º Bé). Unos hablan de una solución al 40% mientras que otros proponen cinco volúmenes de ácido en uno de agua y la densidad que marca el pesasales no falla, aunque más abajo te dejo una tabla de conversión realizada por el taller Ogamipress de Madrid. Con respecto al nítrico o el holandés es más fácil: denominamos solución fuerte de nítrico a una realizada en torno al  50% y débil alrededor del  15-20% . En el clorhídrico se van añadiendo volúmenes (consulta la fórmula que te pongo más abajo). De esto hay que deducir algo esencial: las variables que afectan a la mordida de una plancha son muchas; A ello se une que con pequeñas variaciones de tiempo (pasados los primeros minutos) tampoco se marca grandes diferencias en los grises, por lo que las fórmulas varían de unos grabadores a otros que las adaptan a sus particulares maneras de dibujar…pero ahora volvemos a este asunto. Os dejo a continuación una tabla de conversión de grados Baumé en gramos por centímetro cúbico del cloruro férrico. cloruro férricoHay determinados factores que intervienen en la velocidad y la fortaleza con que un ácido actúa sobre la plancha. Estas causas provocan frases que se oyen en el taller tales como «hoy muerde poco», » tal ácido muerde más»,  «hay que activarlo»  «hace calor, cuidado»  ó «qué le pasa a esto hoy» jerga que nos pierde en reacciones difíciles de precisar y que a veces ha dado al grabado cierta aura de misterio y dificultad. Sin ánimo de defraudar a los románticos no es tanto el misterio como la química y todo, o casi todo, encuentra explicación. Solo ocurre que el grabador ante la variedad de la casuística vuelve a su verdadera preocupación por los asuntos más artísticos.

El primer factor y principal  que influye en la velocidad de reacción es su concentración, esto es, la cantidad de ácido puro que se encuentra en la solución. Así una solución al 50% de HNO3 tendrá la mitad de ácido nítrico y la mitad de agua, una disolución al 10 por ciento del mismo ácido tendrá una parte de HNO3 y 9 de H20 y puede expresarse en masa o en volumen. El cómo afecta esto a la mordida de la plancha lo explicaba muy bien a sus compañeros José Manuel, un antiguo alumno egresado de la facultad de Química y lo vinimos a llamar la «teoría de las pelotitas». Decía: » imagina que cada molécula de ácido es una pelotita que se va moviendo por la cubeta y que al chocar con el metal reacciona y lo muerde. De esta manera no es lo mismo que en la cubeta hayan 100 pelotitas (por decir algún número) que sería el caso al 10 por ciento, que haya 500 pelotitas, que sería el caso del 50 por ciento. En esta solución el choque con el metal es más concurrido y por ello la velocidad de reacción aumenta.”

«Por este mismo motivo la concentración de un ácido cada vez va a menos y uno al 80% en cuanto entra en contacto con el metal reaccionará muy rápido… pero también bajará muy rápido de concentración. Así cuanto más baja sea ésta más tardará en bajar, por lo que las soluciones y ácidos más débiles duran más. O sea, siguiendo el mismo ejemplo de los dos ácidos anteriores, en un mismo periodo de tiempo mientras que el ácido al 50% ha bajado al 20%,  el del 10% ha bajado al 8%.

El siguiente factor es la temperatura, ante lo cual siguiendo con el ejemplo de las pelotitas… “si nos imaginamos que las pelotitas de ácido que hay en una cubeta se están moviendo y que por este movimiento chocan con el metal y reaccionan, podemos pensar que al moverse más lentamente tardan más en chocar con la plancha. Al aumentar la temperatura aumenta también la cinética de sus moléculas produciendo más choques en menos tiempo. Ocurre, por tanto, lo mismo que con la concentración: a mayor temperatura más choques, por lo que la concentración de ácido baja más rápido y se gasta antes”.

Otra característica es la especifidad de los ácidos para los distintos metales ya que no todos son atacados con la misma intensidad. Contrariamente a lo que pudiera pensarse, cuando se mete una plancha de un metal determinado en una cubeta con el ácido más compatible no significa que sea el mejor, ya que puede convenir  no utilizarlo al necesitar una mordida más suave. Puedes encontrar en la red varias tablas de esta naturaleza. Yo solamente nombro ahora que el disolvente específico del cobre, la plata o el plomo es el ácido nítrico; el del aluminio o el estaño el clorhídrico y el del zinc o el hierro todos los ácido en general.

Otro factor que nos interesa como grabadores es el de los catalizadores, ¿qué son?. Un catalizador es una sustancia que, aún en cantidades muy pequeñas, varía en gran medida la velocidad de reacción de un proceso químico sin que se aprecie apenas ningún cambio en sí mismo. Son sustancias que no son ni los reactivos originales ni los productos finales. Un ejemplo de catalizador es el clorato de potasio en el mordiente holandés, una sal que se echa en pequeñas cantidades y que produce un gran aumento en la velocidad de reacción del ácido (el catalizador en este caso es el potasio). En ocasiones el catalizador puede ser el metal mismo que se baña en el ácido por acción del óxido de éste y por ello, a veces, se echa un trocito metal en la cubeta par «activarlo».  A la contra, hay sustancias que funcionan de manera opuesta a los catalizadores, y estos son los inhibidores. Puede suceder que sin querer haya caído una sustancia inhibidora en el ácido y ésta enlentezca la reacción, aunque no es muy frecuente. Estas sustancias neutralizantes convendrán como último recurso a la hora de desechar las soluciones. [Hay otros factores que influyen en la velocidad de reacción como la presión o el estado físico de los reactivos pero carecen de interés para nosotros]

El número de ácidos que se pueden formular es realmente amplio pero no todos funcionan adecuadamente para el grabado, ni son todos de uso fácil, ni es fácil obtenerlos ni igual de recomendables para la salud, por lo que el amplio arco se va cerrando para ir a parar a los más utilizados habitualmente. Los más conocidos y usados son el ácido nítrico (el más tóxico y prácticamente en desuso… o al menos debería estarlo), el mordiente holandés (muy irritante) y el cloruro férrico, que no se trata en realidad de un ácido sino de una sal, considerado como el menos tóxico de los tres. Haré una descripción básica de su uso pero si quieres ampliar tus conocimientos acude al texto La sostenibilidad en el grabado escrito por tres de los mejores especialistas en el tema: Eva Figueras, Friedhard Kiekeben y Cedric Green para el libro el grabado no tóxico, nuevos procedimientos y materiales  donde encontrarás información muy valiosa sobre su historia, uso, composición, modos de preparación, normas de seguridad, consejos para el reciclado, etcétera. Me parece una lectura fundamental para cualquier grabador.

ÁCIDO NÍTRICO: en grabado suele emplearse para cobre y zinc en soluciones denominadas fuerte (en torno al 50%) y débil 15-20% Esta sustancia fumante es incolora cuando está nueva y genera una serie de burbujas de hidrógeno y nitrógeno, muy tóxicas, que tendrás que ir desprendiendo de la superficie de la plancha para que no te queden marcas en forma de lunares. Los grabadores antiguos utilizaban una pluma de ave. Dada esa toxicidad, aún siendo el ácido más tradicional, cada vez es menos utilizado. Muy virulento, reacciona a cualquier cambio de temperatura, de nivel de trabajo, etcétera. No recomendable. Los profesores siempre solían aconsejar beber leche o zumo cuando se estaba mucho tiempo en contacto con él. Puedes ver la ficha técnica aquí.

MORDIENTE HOLANDÉS: es una solución a base de clorhídrico, clorato de potasio y agua, cuya formulación varía sutilmente de un autor a otro. La que propone Guía completa del grabado e impresión, técnicas y materiales de John Dawson, es nueve partes de H2O, una parte de ácido clorhídrico y una quinta parte de clorato potásico: “se mezclan los cristales de clorato potásico con algo de agua hasta que se disuelvan todos los cristales, luego en una cubeta se echa el resto del agua y se añade el ácido clorhídrico; finalmente se vierte en la cubeta la mezcla del clorato y el agua. Al hacerlo se desprenderan vapores cuya inhalación debe evitarse. Se deja reposar unos minutos”.

El ácido clorhídrico se obtiene en laboratorio añadiendo ácido sulfúrico a la sal común. Los vapores que se desprenden cuando mezclamos las dos soluciones son hidrógeno y cloro gaseoso, lo que queda como catalizador es el potasio y como reactivo el resto del ácido clorhídrico. De esos vapores de cloro e hidrógeno entenderás lo irritante de la mezcla. A pesar de que es enormemente corrosivo los jugos gástricos utilizan un 3% de este ácido para su funcionamiento y es el componente básico del salfumant doméstico, el aguafuerte, utilizado antiguamente para el desatasco de tuberías… costumbre que afortunadamente va desapareciendo. Mira su ficha de seguridad aquí.

 El mordiente holandés lleva en su composición fundamental una solución de ácido clorhídrico y clorato de potasa en agua, en proporciones de: solución débil: 88 vols. de agua, 10 de ácido clorhídrico y 2 clorato de potasa. Solución fuerte: 88 volúmenes de agua, 20 de ácido clorhídrico y 2 clorato de potasa. Su ventaja es su transparencia, que va desapareciendo a medida que se usa, tornando a un color azulado, pero es altamente irritante para los ojos y las vías respiratorias, así que si no tienes un lugar muy bien ventilado para usarlo, opta por otra solución. Te lo digo por propia experiencia. También si lo almacenas en un taller con su simple evaporación puede oxidar las herramientas y cerramientos metálicos. Se evapora con el calor.

También los hay ácidos combinados como el “agua regia” usada antaño, que es una mezcla de ácido nítrico y ácido clorhídrico en proporción de uno a tres ( 1HNO3 + 3HCl)

CLORURO FÉRRICO: para el mordido de las planchas también se utilizan sales corrosivas como el cloruro férrico (FeCl3).  El uso de este producto se está recuperando al ser el menos tóxico de todos ya que, en realidad, se trata de un ácido de Lewis, esto es: su actividad reactiva no la tiene por el intercambio de iones de hidrógeno (que es la típica en los ácidos) sino por el intercambio de electrones obteniendo su carga ácida del metal y no del hidrógeno. Así, este mordiente transforma la plancha en una sal de cloro, por lo que desaparece el cobre metálico y aparecen los residuos, su principal inconveniente. Comprobarás que se trata de un ácido muy opaco que genera un limo que puede incluso obturar las tallas, razón por la cual las planchas se muerden boca abajo. También se le conoce por percloruro de hierro, aunque al tratarse de una sal sería más correcto denominarlo perclorato de hierro.  Otro sinónimo correcto es el de tricloruro de hierro. Lee más sobre el cloruro férrico aquí. Os dejo también una tabla de conversi

Para evitar la generación de esos residuos Kiekeben ideó, entre otros, el Mordiente de Edimburgo para cobre cuya formulación es: 4/5 de cloruro férrico saturado, 1/5 solución de ácido cítrico (consistente en 3/4 litro de agua + 1/4 de ácido cítrico anhidro (en polvo). Por ejemplo para una cantidad grande: 6 litros de Cloruro Férrico (40%) , 1.200 cm3 de agua templada en la que se le echan 400 grs. de ácido cítrico en polvo que luego se verterán en el férrico lentamente. Suele ser más fuerte que el cloruro férrico sin cítrico, es más limpio y permite morder las planchas hacia arriba, aunque esto no evita un concienzudo aclarado cada vez que se saca la plancha de la cubeta. No olvides también vigilar de vez en cuando una posible oclusión de las tallas. [lee más sobre el mordiente de Edimburgo, cubetas apropiadas etcétera…]

A este respecto hay un dato significativo que debe observarse y que ya apuntaba más arriba. Uno de los datos sobre los que se han encontrado más versiones es la cantidad de cloruro férrico necesaria para realizar una solución saturada. Nos hemos encontrado desde 2500 gramos en un litro de agua, 400 gr., 500 gr. hasta el punto que el propio Kiekeben nombra la variedad y la necesidad de hacer un ajustes particular en la fórmula. Lo suyo es comprarlo ya diluido, pero si no lo encuentras utiliza el pesasales como método más fiable. Comprobarás que siempre hay variaciones, todas válidas en principio, para trabajar. Nosotros hemos trabajado con solucíones de 400 y 500 gr en un litro obteniendo muy buenos resultados, con la solución ya fabricada, con el mordiente de Edimburgo e, incluso, añadiendo zumo de limón a la preparación. Estas variaciones entre unas fórmulas y otras no parecen relevantes en la obtención de los resultados que perseguimos los grabadores.

Es conveniente hacer una tira de pruebas que responda a una tabla de resultados conforme a la forma de dibujo de cada artista en particular. Normalmente se suele establecer un rango amplio de tiempos de mordida con un ácido determinado, metal y varias tramas de lineas de más a menos cerrada.  Esta tira de pruebas te permitirá saber aproximadmente cuánto tiempo requieren tus distintos grises, y si la observas detenidamente también te permitirá establecer cuándo y qué manera de dibujar produce calvas. Debes tener en cuenta el tipo y el tiempo que lleva el ácido preparado, el dibujo, la temperatura ambiente, las distintas tecnicas…

Te deseo suerte, te aconsejo cuidado, te animo a que superes las probables dificultades y termino con una frase: nadie puede ahorrarte la experiencia que necesitas para ser un grabador 🙂

[Fuente imágenes: superior: propia, cubetas dentro de la campana de extracción de ácidos del aula de grabado de la Facultad de Bellas Artes de Sevilla; siguiente en jolankesterprintmaking;  representación del ión hidronio en Wikimedia; plancha sumergida en sulfato de cobre en zeamaysprintmaking.com ; molécula de nítrico en windows.ucar.edu; pesaácidos sumergido en cloruro férrico en patrisdelgado;  plancha en cloruro en el blog de Patricia Delgado; tabla de conversión de grados Baumé a gramos por centímetro cúbico por Juan Lara Hierro, printmaster del taller Ogami Press (Madrid):  tira de pruebas en mordiente de Edimburgo realizada por el alumno Manuel Naranjo, dirígete a su blog para ver todo el proceso es muy completo. También quiero agradecer mucho de lo hoy escrito  a las aclaraciones que me hicieron tanto a José Manuel, de quien no consigo recordar el apellido, como al gran amigo y químico Antonio Romero Lóriga, a quien he bombardeado en multitud de ocasiones con mis preguntas]

PATINANDO, BAILANDO, ESTAMPANDO…

Como buena aficcionada al patinaje, hace tiempo que os quería contar una de las muchas experiencias de grabados realizados en la calle. Se trata de uno de los actos del RIT Festival de Innovación, Imaginación y Creatividad (Inst. Tecnológico de Rochester, Nueva York, 2008). En él, el conocido Keith Howard propuso a Susan Rostow realizar estampaciones a gran formato con una apisonadora. Susan quiso hacer partícipe a su hijo adolescente y le propuso intervenir con una tabla de skate. Al principio la idea era que las ruedas fuesen las que hicieran el dibujo con tinta, pero el chico -Jarret- aún reticente tanto por el proyecto como por trabajar con sus padres, le preguntó a Susan si «eso» dañaría las ruedas de su tabla. Esa pregunta hizo pensar a su madre quien cambió el plan, ideando un monotipo de trazado en el que la presión de las ruedas crearían la imagen al moverse sobre el papel.

Recuerda que el método de trazado, ya usado por Degas, Gauguin y otros, consiste en entintar la plancha, colocar un papel encima y dibujar con palos, lápices o cualquier elemento para transferir la imagen. En la página referida verás todas las pruebas de presión, color, artefactos para evitar que se rompiese el papel, cambio de mantillas inadecuadas, etcétera, que fueron necesarios para realizarlo. Al final todo se convirtió en un auténtico disfrute para el chico y los espectadores, dando como resultado estampas a gran formato plenas de color. Tanto las ruedas como las manos, pies y cuerpo en una sesíón de break dance concluyeron en vistosas improntas. Os pongo el enlace en versión original con la traducción al castellano en waterbasedinks, también un enlace directo a las diapositivas del evento.

Estampar con apisonadoras grabados de gran formato es algo relativamente frecuente y la conclusión lógica a la que los grabadores llegan cuando quieren realizar este tipo de trabajos. También ví una vez un cilindro manual de mucho peso que iba siendo dirigido por dos  personas en sus extremos. Algunos alumnos míos han realizado a veces este tipo de experiencias de estampación en la calle, que van desde transferir las texturas de paredes, árboles, etcétera, hasta entintar y estampar con varias pasadas tapas de registro de alcantarilla (de las que por cierto hay hermosos ejemplos), u otros como registrar en el papel las huellas de la multitud a la salida de un gran centro comercial..

Os pongo un ejemplo de un grabado a gran formato estampado con una apisonadora para que os hagáis una idea. Son tres vídeos de Youtube, sólo he colgado el último en el que se ve cómo se obtiene la estampa. Es fantástico. Me encanta que se hagan este tipo de manifestaciones. Viva lo divertido y la creatividad. 🙂

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A short video showing pulling a large woodcut print after rolling over it with a steam roller.

EL COLLAGRAPH

El collagraph es una técnica experimental del grabado consistente en elaborar una matriz a base de pegar  sobre un soporte elementos que puedan ser entintados y estampados. Su principal aportación al mundo de la gráfica es la sustitución de las matrices tradicionales por otras radicalmente distintas, lo que supuso un replanteamiento fundamental en cuanto a la concepción técnica y estética.

Se sabe que ya en el siglo XIX se utilizaron planchas de cobre y zinc con elementos adheridos. Uno de los primeros más conocidos es el Gypsograph bicolor de Pierre Roche  Algues Marines de 1893, aunque su origen en realidad estuvo en el Metal Print del grabador alemán Rolf Nesh. Nesh, nacionalizado en Noruega en donde cuenta con un recogido museo, fue quizá el primero en recortar, pegar y ensamblar elementos (en este caso metálicos) con la intención de estamparlos, realizando en 1932 la obra Hamburg Bridges. Años después, Michel Ponce de León realiza el Collage Intaglio, diseñando todo el proceso de estampación, incluida la prensa, para conseguir estampas casi escultóricas. Protagonista también en esta historia es Boris Margo quien experimentó con adhesivos disolviendo celuloide en acetona para crear distintos gruesos. Así surgió el Cello-Cut.

Paralelamente el visionario Willian Hayter migra de Paris a Nueva York a consecuencia de la guerra. La capital americana es un caldo de cultivo fructífero para artistas que han huido de Europa, muchos de ellos grabadores, que comienzan a trabajar en talleres y universidades: Iowa, Wisconsin, Brooklyn…Todo está preparado para que a mitad de los años 50, cuando aparecen los pegamentos acrílicos, se comience a trabajar uniendo y sellando materiales con rapidez, y sobre todo con dureza y resistencia, sobre la planchas: cartón, tela, papel, metal, plástico, elementos orgánicos. Si alguna vez has hecho un collage con un mínimo de relieve, imagina que después lo entintas y estampas. Solo has de tener en cuenta que los materiales que utilices deben resistir dos cosas: la humedad y fricción del entintado y la presión de la estampación.

En aquel contexto aparecieron artistas como Edmond Casarella quien experimentó con los Paper Cuts (1947) añadiendo papeles y cola concentrada en sus matrices que luego estampaba a mano; Roland Giusel con su Papel en Hueco y principios de la técnica del carborundo; Glen Alps quien llega hasta a diseñar un tórculo especial y se plantea por vez primera el término Collagraph, convirtiéndose en uno de sus mayores propulsores. Entre los años 50 y hasta 1965 Clare Romano y John Ross investigan el cartón como soporte gráfico utilizando goma laca para sellar y endurecer los elementos pegados en él. A finales de los 60 Romano comienza a usar también el gesso acrílico, elemento fundamental para producir texturas.

En definitiva, el collagraph, colografía o colagrafía, es una técnica aditiva  de grabado y, en menor medida también sustractiva ya que una vez incorporados los elementos se puede trabajar sobe ellos quitando materia. El collage que se realiza es un medio para conseguir una estampa, esto es: como en cualquier matriz las propiedades intrínsecas de los materiales que se coloquen sobre el soporte serán la principal parte integrante de la estampa, pero hasta que no se entinte no se conformará la imagen y el color. Por ello es importante saber visualizar el resultado y, dado que las improntas son muy vistosas, debe tenerse presente que  el mero hecho de utilizar un material insólito por su textura no garantiza la calidad estética de la estampa.

Los procedimientos para realizar un collagraph son múltiples y aquí solo hago un pequeño resumen. El soporte puede ser de diversos materiales: cartón, metal, plástico o madera y debe cumplir requisitos de resistencia, impermeabilidad, que no sea muy no satinado, estar desengrasado y no muy grueso para que no presente problemas en la prensa. Para prepararlo, por tanto, habrá que impermeabilizar aplicando goma laca, gesso o tapaporos, lijar, desengrasar… todo en base a que no se despegue nada y esté lo suficientemente endurecido para que resista la presión del tórculo. Dependiendo de su naturaleza la preparación será de un modo u otro.

Una vez realizado este primer paso se va construyendo la matriz con los materiales de collage elegidos. Estos pueden dejarse tal cual o tratarlos con gubias, cuchillos, buriles… integrando así lo matérico con las técnicas tradicionales (método de talla) o usando el método pictórico a base de trabajar las pastas aplicadas con espátulas, pinceles… Para esta parte del proceso es fundamental la calidad de los pegamentos que uses, que en definitiva no son más que resinas sinteticas. Funcionan bien la cola blanca, el gesso polimérico usado para la imprimación artística, la pasta de modelar -versión más densa que el gesso- geles acrílicos, goma laca, cementos adhesivos, sprays, el latex (Bruguer), la resina epoxi Araldit …

Cuando todo está pegado, sean elementos de collage o texturas realizadas con las pastas, se debe pasar por el tórculo a fin de aplastarlos y fusionarlos. Esto fortalecerá la matriz. Se hará colocando un acetato entre la plancha y los fieltros para evitar que los restos de pegamento se transfiera a las mantillas. Una vez presionada se sella y endurece con gesso diluido  al 50% por las dos caras. Hay también quien utiliza barniz o varias capas de goma laca, también diluída con alcohol al 50% o barniz para suelos (acrílico o sintético).

Finalizada la matriz, ya todo seco, se bisela la plancha si fuese necesario, se ajusta la presión y se estampa en hueco o relieve según los procedimientos acostumbrados. Se entinta con brochas, rasquetas de plástico, un cilindro de fieltro… solo debes cuidar que toda las superficie y rincones queden bien embadurnados.  Una vez aplicada la cantidad suficiente de tinta para impregnarlo todo, se elimina el exceso y se limpia con tarlatana  y/o papel. Si procede, dependiendo de la imagen puede terminarse el resultado limpiando con la mano.

La tinta debe tener un grado medio de viscosidad para poder ser retirada y para que no revienten las tallas o pierda color. Lo usual es entintarlo en hueco, acompañándolo de una estampación en relieve, encontrándonos ante una una estampación policroma fundada en la técnica Hayter de las viscosidades. Para el segundo color se usará una tinta más fluida, aligerada con aceite de linaza o medium transparente. Son aconsejables rodillos blandos (inferior a 40 º Shore) debido a la amplitud de niveles de la matriz. Es útil saber que una revolución de rodillo es de una distancia igual a tres veces su diámetro, ya que conviene hacerlo de una sola pasada.

Para el tórculo se colocan mantillas y gomaespuma.  Lo usual es usar tres mantillas, una fina (absorbente de cola) otra más gruesa de unos 4 ó 5 mm (amortiguadora) y la tercera, más fina que la intermedia, que hace que los cilindros avancen adecuadamente (propulsora del movimiento) (D. Stoltenberg, 1975. Massachussetts, pg 60) Si la matriz estuviese muy texturada se puede sustituir por una gomaespuma de 2 cms y otra de lana de 0,5. Esto hará que el papel llegue hasta los lugares más recónditos para recoger la tinta y producir una estampa plena de color.

Muchos son los papeles adecuados, tanto industriales como artesanales, que mientras mayor gramaje tengan mejor resultado producirán, pero será la experiencia realmente la que te ayude a elegir. A medida que te introduzcas en esta técnica comprobarás la multitud de variantes, procedimientos, productos y resultados por lo que lo expuesto aquí hoy sólo es una posibilidad entre otras muchas. Si tuviera que resumir todo en dos frases que pudiesen guiar el fundamento técnico, sería una matriz bien, endurecida y no absorbente; un entintado que impregne todos los rincones y la mayor presión posible, sin que se estropee el proceso. Y por supuesto, creatividad y buen gusto.

Con respecto a los enlaces, hay muchos y concretamente vídeos en Youtube para todos los gustos, así que si te interesa el tema puedes ampliar tus conocimientos con facilidad. Puedes acudir a la website de Rolf Nesh; En Flickr encontré un grupo de fotos muy interesante ya que se trata de trabajos de Glen Alps, en los que se incluyen las imágenes de sus matrices. Existe también la tesis doctoral realizada por maría del Carmen Ruíz de título El molde de bloque como matriz de la Universidad Politécnica de Valencia, que analiza en bastante profundidad y con muy buen criterio todo lo referente a la construcción de matrices. Muy interesante, en breve le dedicaré un post completo. Estupendo es también el enlace de John Ross. Con respecto a la bibliografía impresa, debe destacarse el libro del profesor de la Universidad de Granada, Juan Carlos Ramos Guadix, ya que es uno de los artífices de la extensión de esta técnica en España: Técnicas aditivas en el grabado contemporáneo, Granada, Universidad de Granada, 1992. 

[Fuente imágenes: superior, metal print de Rolf Nesh en el Museo Británico; Gypsograph bicolor de Pierre Roché Algues Marines en armstrongfineart.com; siguiente Cello Cut de Boris Margo  Big Reconstrucción en keithsheridan.com; siguiente, Paper Cut de Edmond Casarella; inferior, matriz de collagraph de Glen Alps en el enlace indicado]

ESTAMPACIÓN EN HUECO/ESTAMPACIÓN EN RELIEVE…

Hoy quiero volver a la base y explicar los cuatro métodos principales de estampación. Con estampación me refiero al modo y lugar en que se deposita la tinta sobre la matriz y a la forma en que posteriormente se transferirá al papel. Esto afectará a todo el proceso:  a la concepción del dibujo, a la elaboración de la plancha, a la metodología del entintado, al tipo de tinta y prensa, y por supuesto, al resultado obtenido. Sus denominaciones son estampación en relieve, estampación en hueco, estampación planográfica y estampación plantigráfica. Por tratarse de modos de hacer artesanal, no incluyo la impresión por inyección característica de la estampa digital.

Según la taxonomía más estricta, para que haya grabado, debe haber una diferenciación de nivel entre las zonas con y sin imagen. Una vez trabajada la matriz, dependiendo donde se deposite la tinta a la hora de la impresión, surgirá la estampación en relieve (la tinta se deposita en las zonas altas, en los relieves, de la matriz) o la estampación en hueco (la tinta se deposita en las zonas profundas, en las tallas – huecos- o que hemos realizado sobre la plancha, por regla general de metal o metacrilato. En el grabado en relieve se agrupan fundamentalmente la xilografía y el linóleo, y en el grabado en hueco todas las técnicas calcográficas, ya sean directas o indirectas: punta seca, aguafuerte, aguatinta, barniz blando, mezzotinto, etcétera.

Dodo LinocutEn la estampación en relieve se utiliza un rodillo impregnado de forma uniforme con tinta que se va deslizando por la matriz. Este sistema impide que ésta llegue a las zonas profundas previamente establecidas para que queden blancas. En principio se utilizarán tintas más viscosas que para el hueco y podrán ser estampadas tanto en prensas verticales de presión plana como en tórculos, adaptando para ello la presión. También de forma manual.

En el grabado en hueco ocurre lo contrario: las zonas que dibujadas serán  las mismas que tomarán la tinta. Ésta se aplicará con una rasqueta, u otro elemento, en suficiente cantidad para se introduzca en las tallas, eliminando el exceso con la tarlatana. A priori, las tintas deberán ser algo más fluidas y la prensa es la calcográfica o tórculo, que permite dar la mayor presión. El procedimiento general consiste en extender la tinta quitando el exceso con la tarlatana que, al ser rígida, la arrastra, pero sin sacarla de los surcos, limpiándose hasta que se deja el entrapado (un velo transparente que resta en las áreas no dibujadas de la matriz). Según el resultado que se desee puede optarse por una estampación natural o estampación limpia (sin entrapado) de mantera que ese velo desaparece por completo o la estampación artística (con entrapado).

Litografía, Instituto Tamarind

Las técnicas planográficas hacen referencia a una matriz en la que no existe una diferencia física -diferencia de nivel- entre las zonas con y sin imagen, sino que éstas se establecen por una diferencia exclusivamente química. La litografía, principal sistema englobado aquí, se fundamenta en el natural rechazo que siempre ha existido entre la grasa y el agua, de manera que las zonas con imagen son encrófilas o receptoras de tinta grasa (también se les llaman zonas lipófilas o hidrófobas) y las zonas blancas hidrófilas (receptoras de agua). En el entintado natural de una piedra o plancha litográfica, una vez desensibilizada  para que soporte la química establecida, antes de pasar el rodillo se humedece con agua y una esponja para que esas zonas repelan la sustancia pigmentante. En este proceso se fundamenta también la impresión offset.

En la estampación plantigráfica, representada por la serigrafía, lo que diferencia las zonas con y sin imagen son las barreras, máscaras, plantillas o patrones impermeables que el artista coloca sobre la matriz para impedir que se transfiera la tinta al papel. Como puedes apreciar en la imagen el papel se coloca debajo del bastidor (pantalla serigráfica) y se aplica la tinta extendiéndola con una racleta de goma. El estarcidostencil, también se fundamenta en esta forma de trabajar por enmascaramiento, aunque dependiendo de los soportes es aplicado de distinta manera.

Por norma general, cuando queramos elegir una técnica para un determinado dibujo, debe conocerse bien el tipo de imagen que permitirá cada una de ellas. Con nombradas excepciones, los métodos que utilizan la estampación en hueco suelen permitir dibujos más detallados, pero esta máxima no es válida si la aplicamos a la elaboración de un buril xilográfico a contrafibra ya que esta herramienta permite un grado muy alto de minuciosidad en cualquier tipo de soporte, sea madera o metal y cualquier concepción: hueco y relieve. Hay un magnífico artículo de título Grabado a la testa: línea blanca, línea negra, escrito por María Dolores Bastida, que habla de las xilografías antiguas realizadas a buril que pueden incluso confundirse con estampas calcográficas.  A  este asunto le dedicaré más adelante un post independiente.

Todo esto es un principio fundamental que denomina los sistemas de estampación tradicionales, los artesanales. A ellos habría que añadir los métodos digitales de impresión que funcionan por inyección de tinta y que han encontrado su mayor desarrollo con el uso del plóter. Ahora bien, existen numerosas variantes supeditadas al deseo creativo,  y es común en  la estampa contemporánea matrices que se entintan simultáneamente o creaciones mixtas. Puede ponerse como ejemplo una xilografía entintada en hueco  o una matriz calcográfica estampada en relieve o, incluso, en relieve y en hueco. Sin ir más lejos las técnicas experimentales de grabado como el collagraph o el método Hayter se fundamentan en este principio.

Lo expuesto aquí es lo más básico, lo preciso para entender los procesos de formación de la imagen durante el entintado. Hay muchos lugares en la red para ampliarlos y ver las variantes, evolución o ejemplos  ya trasladados a las estampas. Por citar alguno, tienes este vídeo de youtube.

Técnicas de grabado

Video documental sobre las diferentes técnicas de grabado artesanal.

 [Fuente imágenes: Superior, basada en Rosa Vives, Del cobre al papel…(Icaria, Barcelona, 1994, pg. 23). La he modificado añadiendo (en rojo)  la definición de los tipos de estampación; proceso de entintado en hueco en www.crownpoint.com, piedra litográfica en Tamarind Institute; serigráfica y plotter en serigrafiatla.blogspot.com]

EL MONOTIPO

La definición que da el Diccionario del dibujo y de la estampa para monotipo es el de una “Estampa a la que se transfiere por contacto la imagen pintada o dibujada en un soporte rígido cuando el pigmento está todavía fresco. Desde el punto de vista no solo de la técnica sino también del lenguaje, el monotipo está a caballo entre la pintura, el dibujo y el arte gráfico, con el que coincide en el hecho de que el producto final es una estampa, es decir, el soporte que contiene la imagen definitiva es distinto de aquél en el que ha intervenido el artista. Sin embargo, se diferencia del arte gráfico en la más específica genuina y peculiar de sus características: la multiplicidad del producto. En efecto, al no ser fijada permanentemente la impronta en el soporte y, en consecuencia, no ser entintada durante la estampación – el propio pigmento empleado por el artista es el que crea la imagen transferida-, resulta imposible obtener más de una estampa por este método – de ahí su nombre -. El pigmento usado con mayor frecuencia para pintar es el óleo. Aunque conocido desde el siglo XVII, han sido los artistas del XX quienes se han sentido verdaderamente atraídos hacia el monotipo debido a la originalidad de sus texturas. (Blas, J., Ciruelos, A. y Barrena, C. Diccionario del Dibujo y la Estampa: Vocabulario y tesauro… Real Academia de BB.AA de San Fernando, Calcografía Nacional, Madrid, 1996).

En esencia consiste en pintar o dibujar sobre una matriz, preferiblemente no porosa,(metal, metacrilato, linóleo, policarbonato…) con óleo (hoy en día menos utilizado), tinta acuosa, grasa o de caucho, estampándola para obtener una imagen única. Hay quien llega a hacer una miniedición de tres ejemplares, o más, sin entintar de nuevo lo que implica imágenes cada vez más desvaídas. Suelen llamárseles pruebas fantasmas (ghosts). Fue muy usado a partir del siglo XIX y encontró en Whistler, Pissarro, Gauguin y sobre todo Degas sus más grandes artífices. Su variante, la monoimpresión, monoestampa o monocopia consiste en modificar a posteriori la imagen ya grabada iluminándola con cualquier técnica, incluidas las digitales. Ambos no deben ser confundidos.

Al ser únicos, los monotipos son muy buscados por los coleccionistas y atrae a los artistas por la inmediatez, libertad de trazos y recursos gráficos que ofrece.  Su aspecto es fácilmente distinguible por las características de una pincelada o línea directa y suelta y el color o los bordes evanescentes. Aunque entronca con los trabajos más pictóricos, mantiene la particular idiosincrasia de la obra estampada. El monotipo ha tenido detractores entre los grabadores por su imposibilidad reproductiva pero, lejos de ser un defecto, esto lo convierte en uno de sus rasgos más característicos produciendo imágenes muy bellas cuando es bien ejecutado. Es obvio que esta técnica debe adquirir su particular autonomía en el campo de la gráfica.

Aunque su realización va a depender de la individualidad de cada artista hay tres maneras básicas e identificadas de proceder:

El método sustractivo consiste en entintar una matriz para posteriormente dibujar sobre la capa de tinta con cualquier herramienta que deje una marca: espátulas, lápices, pinceles, trapos, palos… obteniendo distintos tipos de impronta a base de sustraer tinta. Al utilizarse tradicionalmente tinta negra para su realización, y conforme a sus resultados, ha sido llamado también a la manera negra. Se distingue por conformarse con líneas o manchas blancas (línea leucográfica).

El método aditivo se basa en pintar o dibujar directamente sobre la plancha con tintas de impresión, óleo etcétera. Es la modalidad más pictórica y la que favorece los trazos más gestuales. Si la matriz es transparente como el metacrilato o el acetato se puede colocar debajo un boceto como guía.

El método de trazado o a la manera lápiz se fundamenta en entintar la matriz, depositar una hoja encima y dibujarla por el reverso con un lápiz, peines, con los dedos… de forma que ésta se adherirá a las zonas donde presionemos dejando su marca en el papel. Aquí también, si se desea ,se puede hacer un dibujo guía en el papel a estampar.

Estos son los modos básicos, pero a partir de ahí, todos se pueden combinar con técnicas diversas como el chiné collé, estampando una o varias veces la misma plancha, etcétera. Si se opta por la estampación manual, el papel más apropiado debe ser liso y de gramaje ligero para disminuir la resistencia que el grano y el grosor puedan ofrecer a la presión ejercida con el puño, el barem, la cuchara o el rodillo de piel blando. En la página comercial de Akua Inks hay varios artículos sobre el monotipo. Sus autores han formulado un tipo de tinta de impresión de base acuosa que ofrece buenos resultados para este tipo de trabajo, combinándolo con una especie de rodillo-cilindro, similar al del tórculo, the pin press. Esta web tiene con fines tanto divulgativos como comerciales y ahí encontrarás métodos, productos, formas de estampación manual etcétera. También debe mencionarse otra página interesante a la que te puedes dirigir (en inglés también): Monoprints.com . De la misma forma puedes ver muchos videos en youtube introduciendo las palabras clave.

Los término monotipo (monotype) y monoimpresión o monoestampa (monoprint) ha tenido su particular historia. Fue Adam Bartsch (1821) quien lo llamó imitating aquatint, imitaciones del aguatinta. Degas y Gauguin lo definieron dibujos impresos. En la década de 1880 se le comenzaron a conocer como monotonos o monocromías (hemos encontrado que el monotipo también recibe el nombre, algo excesivo, de monotipopolicromía). En el círculo de Duveneck se les llamó Bachertypes porque fue muy utilizado por Otto Bacher en su prensa portátil. También un ilustrador americano los llamó vitreographs (vidriografías) al realizarlos en cristal. Alrededor de 1960 Henry Rasmusen, autor de uno de los primeros libros sobre el tema escribió que algunos artistas preferían el término monoprint (monoimpresión) para distinguirlo del monotype, monotipo, propiamente dicho. Fue en 1975 cuando David Kiehl, un comisario de obra gráfica, sugirió la diferencia entre monoimpresión y monotipo. Otras fuentes nos dicen que parece ser que el término monotipo fue acuñado por Charles A. Walker en 1880. Su etimología responde claramente a uno (mono) y tipo (letra, matriz para imprimir, que por usarse en las imprentas y conformarse en letras llevan este nombre). También hay quien ha entendido las contrapruebas o counter proofing como monotipos, que, aunque mantiene el proceso, en mi opinión su origen responde a otras finalidades.  Pincha aquí  si quieres saber más sobre la terminología de las distintas formas de proceder.

De las muchas páginas que existen sobre el monotipo cito dos que te ayudarán a profundizar los conocimientos de forma clara y precisa. Una pertenece a Alberto Marcos Barbado, quien ha publicado un interesante artículo sobre este tema. Entre otras explicaciones técnicas y metodológicas dice su autor… “En primer lugar hay que tener en cuenta ciertos ASPECTOS TÉCNICOS, como la superficie plana en la que se crea la imagen, lo que evidentemente va a influir en el acabado, o el proceso directo e inmediato a través del que la imagen es llevada a cabo, lo cual se refiere a la no utilización de costosos pasos a seguir para fijar la imagen a la matriz. Por otro lado trabajar sólo con tinta o los elementos que conforman en sí la imagen va a subordinar todo el proceso a nuestro conocimiento de las posibilidades y propiedades de la tinta (vehículo, diluyentes, pigmento, etc.) y el papel (color, brillo, absorción, lisura, etc.).

De estos aspectos se deriva una APARIENCIA PLÁSTICA determinada: el tipo de mancha plana que se consigue a través del estampado de una superficie lisa a otra. No produce el mismo efecto visual una mancha plana que aquella que se produce mediante una diferenciación física de los puntos que conforman figura y fondo. El monotipo puede darnos unos resultados muy ricos en cuanto a la valoración de volúmenes y sombras, porque permite pasar del tono más luminoso al más profundo con un registro muy adecuado de sus cualidades. Cuando no necesitamos más que tinta a la hora de dar la valoración tonal su intensidad, y poder de atracción es mucho mayor. La tinta pasa al papel, que es el elemento luminoso sobre el que se deposita la imagen final, su claridad es determinante a la hora de valorar los tonos de la imagen. La transparencia de ésta se realza o disminuye por la acción del papel de impresión.

En cuanto al CARÁCTER ÚNICO del monotipo, es evidente que va en contra de la naturaleza del grabado y las artes gráficas, nacidas con el propósito de poder ser multiplicadas, Pero conceptualmente todos estos múltiples hacían referencia a una misma “idea única”, un modelo repetido, y hoy día no es ésta la principal característica que define una estampa. [leer más…]

Otro enlace interesante es este artículo en formato pdf.  capítulo 1. Puedes acudir también a los capítulos 2 y 3 en los que la artista enseña sus conocimientos aplicados a su trabajo artístico.

Aunque su invención está atribuida a Giovanni Benedetto Castiglione (Génova 1609-1665), los primeros experimentos parece que fueron hechos por Hercules Seghers (1589-1638) experimentando con color y trabajando a mano algunas de sus ediciones. En el siglo XVII Castiglione realizó 22 monotipos sobre escenas bíblicas, experimentando con técnicas tanto sustractivas como aditivas, pero dado que no se podían reproducir, y era la finalidad de la época, no obtuvieron mucho éxito.

Aunque Rembrandt también usó la monoimpresión como medio de ensayo y acabado para sus grabados, el siguiente hito importante fue William Blake (1757-1827) quien se dedicó a ilustrar sus conocidos y hermosos libros, ocultando el procedimiento que utilizaba. La Prints´Room del British Museum, conserva maravillosos ejemplares. He tenido la suerte de tenerlos en mis manos y observarlos detenidamente… son de una belleza exquisita.

Ludovic Napoleón Lepic asesoró al artista que realizó los avances más importantes en el campo: Edgar Degas (1834-1917) quien explotó la frescura e inmediatez de la técnica en sus 321 monotipos, abriéndo camino a otros como Pisarro, Mary Cassat o Tolouse Lautrec. También Gauguin se dedicó a él, fundamentalmente con la técnica del trazado. En el blog de Alberto Marcos hemos visto una hermosa cita del artista en una carta a Gustave Fayet en 1902, donde se puede leer de primera mano el principio básico de esta forma de trabajar. En este caso la matriz es otra hoja de papel “…Con un rodillo se cubre una hoja de papel ordinario con tinta de imprenta; después en otra hoja colocada encima, se dibuja lo que uno quiere, cuanto más duro y fino el lápiz (y el papel), más fina será la línea…” (op. cit).
Otros artistas de finales del XIX y principios del XX fuerlon Klee, Bonnard, Picasso, Matisse, Chagall y más actualmente Jasper Johns o Robert Raushemberg.

Si quieres saber más, aparte de las innumerables páginas de la red, puedes consultar un extracto de artículo sobre Monoimpresión, realizada por Eustaquio Carrasco , aunque el trabajo más exhaustivo que conozco sobre este tema pertenece a Alberto Marcos Barbado. Se trata de su tesis doctoral de título El monotipo. Análisis, desarrollo y nuevos fundamentos, dirigida por Isidro Aparicio y defendida en la Universidad de Granada. en 2013 (actualización post 02/02/2017). Merece la pena su lectura.  Os dejo también este magnífico vídeo del artista Chris Gollon realizando un montotipo. No te lo pierdas!

#038;feature=share">CHRIS GOLLON: MONOTYPES

Established British artist Chris Gollon, takes us through the steps to make a ‘Monotype’- a little known one-off print technique. To access museums holding h…

[Fuente imágenes: superior: monotipo de Ruth Wiesberg en el Frye Museum de Seattle; Degas, Le sommeil 1883, monotipo a la manera negra. Esquema monotipo en tallergrabado; realización de un monotipo con el método aditivo en washintongprintmakers.com; monotipo con la técnica sustractiva de Picasso;  William Blake, monoimpresión; Gauguin, monotipo con el método del tazado en el British Museum.]

LA ESTAMPA DIGITAL

La estampa digital es un término acuñado hace años que responde al desarrollo tecnológico que ha tenido el campo de la creación gráfica al acoger las nuevas formas de estampación en las que el ordenador es protagonista. Es difícil definir este concepto desde la facción del grabado sin cometer imprecisiones, ya que el propio termino de estampa digital parece referir cualquier imagen digitalizada, siempre y cuando se base en criterios artísticos. Por otro lado, la evolución técnica está rompiendo las fronteras clásicas en la creación de la imagen grabada y toda imagen creada a partir de un fichero informático. A día de hoy, por tanto, resulta complejo pronosticar cuáles de estos sistemas van a perdurar y cuáles van a pasar a la historia. Lo que sí parece claro es que el grabado se encuentra ante un tremendo reto ya que si no se conforma a los nuevos medios pronto quedará arrinconado como un resto arqueológico, y por otro lado, si se adapta a la época que le corresponde, es probable que pierda su particular idiosincrasia.

No podemos negarnos a la evidencia de que un cambio importante se está produciendo y hará falta un poco de perspectiva histórica para evaluarlo con consecuencia. Tampoco es la primera vez, ni será la última, que un avance tecnológico altera transitoria o definitivamente el curso de los acontecimientos remodelando los conceptos establecidos. La reflexión más importante que cada cual debería hacerse, quizá, ha de ir en función de aceptar el radical vuelco que se está produciendo en la estampa actual  y sopesar si la valía de una obra de arte depende de las cualidades del medio por el que está realizada, o si por el contrario, se fundamenta en su capacidad creativa.

Las galerías e instituciones más prestigiosas ya cuentan en sus fondos con estampas generadas por ordenador y muchos estudios e imprentas se dedican a la producción dando servicio a los artistas de todo el mundo. Unos adoptan posturas exclusivamente digitales, otros han ideado técnicas híbridas combinando esos medios con los tradicionales, transformándolos y revitalizándolos, mientras que un tercer grupo sigue defendiendo el status del grabado artesanal. Pero, aunque la matriz se convierta en un intangible, la mayoría parece que sigue manteniendo la idea de estampa como objeto físico que pasa por la autonomía del papel u otros soportes. Unos años de convivencia irán decantando el inevitable cambio.

En 1998 se realizó una exposición en la Calcografía Nacional de título La Estampa Digital, que fue el punto de partida para muchas reflexiones. Allí se presentaron diversas propuestas en torno a la imagen generada por ordenador y las nuevas técnicas de impresión. En aquel momento, dice Gómez Isla, “tuvimos la sensación de estar asistiendo a un mestizaje singular entre disciplinas hasta entonces irreconciliables. Sin embargo, en esta muestra convivían sin aparentes conflictos medios tan dispares como el grabado tradicional, la infografía, la fotografía o incluso la propia escultura generada por ordenador. Todo esto se justificaba, no sólo por la asunción de las nuevas tecnologías bajo el término inglés print, sino también porque estos procedimientos se redefinían bajo el denominador común de imagen múltiple generada digitalmente. [leer más…]

Digitalizar la imagen permite al artista manipular, combinar, materializar más rápidamente sus creaciones acudiendo a una gran variedad de fuentes: dibujo, pintura, fotografia, etcétera, permitiendo integrar los modos clásicos de estampación con nuevas imágenes, deshaciendo las fronteras que ya parecen impensables en el universo digital, una especie de aldea global o de globalización iconográfica.

Existe un texto muy básico, que con la velocidad a la que corre el soporte tecnológico ya se ha quedado anticuado, pero que por su claridad hoy recomendamos aquí. Fue publicado en el 2001 bajo la denominación original Digital Printmaking y pasó a traducirse al español como Impresión Digital (Anaya Multimedia, 2003). Escrito por Jane Stobart, Rosmary Simons, George Whale y Naren Barfield, en la segunda parte se puede obtener información sobre las técnicas y procedimientos, analiza los componentes del estudio digital y cómo procesar e imprimir imágenes bajo este sistema. Ofrece también informaicón sobre técnicas más avanzadas integrándolas al grabado en relieve, en hueco, serigrafía o litografía, habla del software como medio creativo y reflexiona sobre la estampación en la era de la comunicación. No obstante es conveniente revisar la red para ver qué nuevos contenidos ofrece sobre este tema. On line, puede acudirse de nuevo a las Técnicas Gráficas de Martin Riat en el que explica algunos conceptos y procedimientos (a partir de la página 206).

Al otro lado, como consecuencia de la nueva concepción del artista general, y del grabador en particular, todo puede desembocar en que, según José Luís Brea»ya no existan obras de arte, sino trabajos y prácticas artísticas productoras de criterio y conocimiento, no de objetos; que las reflexiones no vayan siquiera hacia esas matrices de pixeles, sino a entender la propia red como matriz -quizá esté siendo el presente más inmediato- dando lugar a lo que ya es habitual denominar net.art (…) No existe el artista como tal; el artista es un trabajador, un productor, un ciudadano cuyo trabajo inmaterial -vinculado al afecto, al sentido, al deseo, al significado y al placer- debe considerarse como integrado en un equipo de producción. Se impone, pues, repensar las cuestiones de autoría, así como la propiedad intelectual. Los ingresos del artista del siglo XXI surgirán de la circulación pública de su trabajo inmaterial (…) Cabe reconocer un espíritu de activismo que concentra sus esfuerzos justamente en el desarrollo de tales «comunidades de productores de medios. En este caso se trata de «comunidades web», que se encuentran e intercambian sus producciones generando sus propios dispositivos de interacción pública, sus propios «medios» (…) (El tercer umbral, 2004). Visita el archivo completo de José Luis Brea en el Museo Nacional Reina Sofía. Un regalo para el conocimiento.

[Fuente imágenes: superior: Superior, Roberts Hunter;  Central Kathy Willinham, ambas en fccava.org;  Inferior Muralla poniente de Alexander Sutulov en la magnífica página  visualartprojects.net]

¿QUÉ ES UN CAMAFEO?

Un camafeo, camaïeu, claroscuro o chiaroscuro…es una forma de entender la estampación xilográfica realizada con varias planchas de un mismo color, pero en distintas tonalidades. Reciben este nombre por el parecido cromático que puedan tener con las piedras-joya talladas ya que los colores más utilizados eran, por regla general, los ocres, azules o grises.

Para comprender el sentido de este tipo de imagen hay que ir a la estética intrínseca de la estampación en relieve, en la que la graduación tonal se obtiene a base de texturas y distintos niveles de entrecruzamiento de líneas. Defínase tono, o valor, como el término que se usa para describir lo claro u oscuro que es un color al añadirle blanco o negro. A los efectos que estamos hablando es un atributo importante puesto que crea sensaciones espaciales y volumétricas. Para diferenciarlo, matiz es el estado puro del color, lo que nos permite distinguir el rojo del azul o el amarillo, por ejemplo y entra en juego en la estampación a color, pero no en los camafeos.

Antiguamente, muchos xilógrafos se veían limitados ante la dificultad de crear esos medios tonos que le confiriesen cierto volumen a sus imágenes, justificadas en la copia de obras maestras. El hacer una xilografía de varios tonos cumplía mejor esta función reproductora, sin abandonar el aspecto propio del grabado, y sobre todo, sin complicarle mucho el proceso al grabador. Además este tipo de estampas, no exentas de cierto gusto exquisito, fue prontamente apreciada por la clientela ya que con la politonía se acrecentaba enormemente su valoración plástico-estética.

Aunque durante mucho tiempo se le atribuyó esta invención al italiano Ugo di Carpi, responsable de introducir esta técnica en Italia, parece que fue al alemán Hans Burgkmair en 1508 a quien se le ocurrió por vez primera realizar una imagen de este modo. Si tomamos como ejemplo el grabado de arriba de «Los amantes sorprendidos por la muerte,» Lovers surprised by death, se puede apreciar que está realizado con tres matrices: una matriz entintada en el tono más claro; en la segunda matriz interviene el ocre más oscuro, y por último, una tercera que contiene la línea negra que delimita el dibujo. Lo normal en los camafeos viene a ser  impresiones de tres a cinco planchas, siendo esta última poco frecuente. Posteriormente, y como si de una estampación a color se tratara, los bloques se estampan sobre el mismo papel. Obsérvalo con detenimiento y lo comprenderás enseguida.

Durante el Renacimiento fueron muchos los artistas que usaron este modo de trabajar: Cranach, Wechtlin, Baldung Gien, Parmigianino, Beccafumi, Goltzius posteriormente… Si bien en Alemania solo duró un poco, en Italia el uso del claroscuro impreso se utilizó durante todo el siglo XVI. La variante italiana solía evitar el bloque de línea, dulcificando así las imágenes y confiriéndoles un aspecto más acuarelado, frente a la versión renacentista nórdica más dura y contrastada. Tras estos comienzos muchos grabadores han utilizado esta forma de hacer despojándola, como es natural, de su función reproductora  para recrearse en la estética y convertir al camafeo en otro juego para la creación. Pincha aquí si quieres ver muchos más ejemplos de camafeos…

[Imagen superior H. Burgkmair: Los amantes sorprendidos por la muerte; central Magnífico grabado de Ugo di carpi: Diógenes, observa la realización en cuatro tacos xilográficos interdependientes que forman la hermosa composición cuando se imprimen juntos.Abajo, camafeo contemporaneo de Kent Rocwell en www.woodblock-prints]

Budas estampados por el pensamiento [kanso no inbutsu]

De las formas de estampación en relieve japonesa, hechas con tacos de madera, arcilla o metal, se podían distinguir entre las impresas (in) sobre papel o tela [inbutsu], las obtenidas mediante frotamiento (shu) [shubutsu] y una tercera que me parece absolutamente poética: el kanso no inbutsu o Budas estampados por el pensamiento, en el que las planchas talladas se estampan en el cielo, en el agua, en la arena…De esta forma no hay rastro ni producto de la estampación, una huella efímera, en la que el taco adquiere el valor objetual y la estampa queda en la naturaleza, en la vida. Hermoso concepto…

[Fuente imagen:bloque de metal antiguo en el que se lee «myeong» que significa Vida en  http://www.koreatimes; fuente del texto: Rosa Vives, Guía para la identificación de grabados, Arcolibros 2003, pg 65) ]

LOS MÁRGENES Y LAS BARBAS DEL PAPEL

Viene a definirse el margen como el “espacio en blanco de una estampa delimitado por los bordes del papel y la imagen o zona impresa”. Siempre ha sido un elemento que llama la atención y, según las épocas, se le ha dado mayor o menor importancia. Aunque antiguamente no existían, porque los grabados se recortaban y pegaban en álbumes, hoy en día es práctica común dejar unos márgenes amplios para encuadrar la imagen. De hecho, los legos en la materia poco acostumbrados a este espacio visual, han llegado incluso a cortarlos, lo que supone una clara mutilación de la estampa y de la composición estética que decidió su creador.

Cuando un grabador se enfrenta a elegir el tamaño del papel con respecto a la matriz, el límite de la hoja debe fundarse en claros criterios estéticos para permitir un espacio holgado a la imagen, máxime en técnicas de mucha intensidad cromática. Por regla general en la estampa actual los márgenes suelen ser iguales en su parte superior y laterales y algo mayor abajo, ya que es lugar que acoge la numeración y la firma del artista. En el Glosario de términos del grabado del diccionario del dibujo y la estampa de la Calcografía Nacional (Real Academia de San Fernando, Madrid,1996), se dice de forma algo inconclusa que “los márgenes laterales son iguales en dimensión, pero la anchura del superior es algo menor que la del inferior para compensar visualmente la mancha” pero ya es práctica frecuente en la actualidad que el espacio de arriba sea igual al resto, ya que de ser más pequeño descompensa claramente el encuadre.

Se define también como barba natural del papel aquella terminación irregular de la hoja que entra en progresivo adelgazamiento en sus extremos, consecuencia del propio proceso de fabricación, y barba ficticia la provocada de forma artificial por el artista o estampador cuando procede al corte de ésta. “Hasta el siglo XIX era frecuente cortar los márgenes dejando la imagen a sangre, pero a partir de esta centuria y debido, en parte, a la utilización de papeles de gran calidad se convierten en un elemento fundamental, perdiendo valor la estampa que carece de ellos” (Op. Cit).

Cuando el grabador se enfrenta al pliego puede encontrarse que éste tenga barbas naturales en sus cuatro lados o márgen intonso (papel artesano), en dos de ellos (papel industrial continuo) o menos si procede él mismo a cortarlo. Cuando esto sucede, el artista utiliza un método de rasgado con regla, cortapluma o similar y nunca con cuchilla, de manera que pueda imitar esas barbas de origen. En el enmarcado suele cuidarse que, sean éstas naturales o ficticias, queden siempre a la vista.


Los márgenes son también un elemento importante para la datación cronológica de la estampa y para ver verificar su estado de conservación. Según Rosa Vives en el magnífico texto Guía para la identificación de grabados (Arcolibros, 2003, pg. 133) la adjetivación que reciben, según su estado, es: rico en barbas, márgenes enteros, márgenes anchos, márgenes estrechos, márgenes cortados por la huella, remarginados etcétera. También, si atendemos al tamaño, hay otra nomenclatura descriptiva expresada como buen margen, margen sutil, margen intonso, margen pequeño y un largo etcétera que puedes consultar en el mismo texto.

A veces el margen pasa a ser una reserva inagotable de datos. Nunca hay un flanco blanco, un límite virgen que no haga referencia a algo, a una firma, a una calidad, a un proceso, a una marca, a un estado, a una antigüedad, a un ex dono, a unos signos de cuidado o de descuido, técnico o histórico, y una posible falsificación o intento de facsímil, como por ejemplo encontrar márgenes muy anchos en grabados antiguos o realizar cortes para una posible ocultación de marcas y señales.

Son muy raros los márgenes amplios desde el año 1400 al 1600, normalizándose este uso allá por el 1700. El margen intonso es también más común a partir de esta época, y se da mucho en la actualidad dado la extensión del uso del papel artesanal nombrado. La estampación a sangre es frecuente en la estampa contemporánea, sobre todo en Norteamérica, y se realiza cortando la hoja de un tamaño inferior a la matriz. En este caso, la firma, numeración y cualquier anotación están dentro de la imagen o en el reverso de la estampa. Para la catalogación de un grabado se da tanto la medida de la matriz como la medida del papel: primero se indica la altura y después el ancho; si es a sangre, solo el tamaño del papel; si es irregular se describe en la ficha catalográfica, tomando como límite  la firma del artista.

Hay que prestar atención a las zonas marginales para que nos ayuden a comprender el centro, meditar sobre todo lo que queda expulsado de la imagen, sea visible o invisible. El centro y el margen se manifiestan en un único territorio, el de la estampa, y ambas pueden presentar indicaciones textuales o numéricas para su comprensión. En el margen de los grabados desde el último tercio del XIX comenzaron a aparecer dos datos fundamentales: la firma del artista y la numeración; de existir, también llevaría el título y posibles dedicatorias, sellos de pertenencia a colecciones o anotaciones ajenas al autor procedentes de posibles catalogaciones; también marcas en seco realizadas con troqueles que dejan un gofrado sobre la estampa y corresponden al estampador. Por último puede encontrarse esta señal o una estampilla con la firma del artista, si la edición se hubiese realizado post-mortem.

El margen se constituye también como apartado estratégico del que se deriva la forma de actuar del grabador. Las marcas de “la cubeta” (el cajetín donde se aloja la imagen) me habla de la técnica, de la metodología del artista o estampador, del número de planchas usadas, de un posible exceso de presión, de la composición de la tinta, de si fue prensado o no… Un espacio, en definitiva, donde se produce parte de la identificación del grabado y cuya dinámica es contar otros temas, otras perspectivas, otras actuaciones que en ocasiones obedecen o desobedecen los cánones cortando, mutilando o falsificando los datos.

En el margen se localizan los elementos que no pueden representarse y otras formas que han sido expulsadas del centro con el tiempo. Antiguamente, dada la función artesana del grabador, imagen y texto iba expresado dentro de la plancha: firma, anagrama, monograma, estampador, dibujante, pintor, dedicatoria…. Con el paso de los años el texto perdió importancia y  se acomodó a su lado.

[Fuente imágenes: superior e inferior, aguafuertes de Fortuny en un artículo sobre Fortuny de Rosa Vives en la revista Grabado y Edición en su nº 15; central: proceso de cortado de papel para asemejar el extremo de la hoja a las barbas naturales; siguiente: barbas ficticias, detalle; siguinte: barbas naturales; siguiente grabado cortado a sangre de Josep Guinovart en www.navedelarte.com; abajo, grabado cartográfico de Las Islas Canarias, del Museo del Plátano de la isla de La Palma (España) Mando un recuerdo desde aquí a Baudelario Rodríguez Acosta, quien nos prestó parte de su tiempo para contarnos todos los entresijos de la cultura canaria y las plantaciones.]

LA MANERA NEGRA

Esta atractiva forma de grabar se atribuye a Ludwig von Siegen en 1642. El artista, conocedor de los claroscuros que alcanzaba Rembrandt a base de entrecruzar líneas, ideó una forma de trabajo sobre el metal graneando la plancha para crear una trama de miles de pequeños puntitos.

De su origen se sabe que en una carta, con fecha de 6 de marzo de 1641 a la Sra. Amelia Elizabeth, Landgravina de Hesse-Cassel, Siegen anuncia que había comenzado a hacerle un retrato y, puesto que estaba económicamente apurado, agradecería su pago. En agosto de 1642 terminó la estampa que véis un poco más abajo, que se conoce como el primer grabado con la técnica del mezzotinto, mezzotint, manera negra o antiguamente en castellano, grabado al humo. Es un retrato de la citada Amalia Elisabeth von Hanau-Wüzemberg, viuda de su antiguo protector. Tras acabarlo escribió a su hijo William VI explicándole con las siguientes palabras que él mismo había inventado el proceso:

«…No podría parar hasta dedicarle, humildemente, una obra a su Alteza, extraordinaria conocedora del arte, trabajada de una manera aún no conocida. La forma en que está realizada ningún grabador o artista podría explicar o adivinar” (Spangeberg, Six Centuries of Master Prints, Cincinati Art Museum, 1993). El rígido retrato presenta lo que caracterizará a esta técnica: la amplitud en la gama de tonos de luz y de sombra sin línea alguna.
Siegen comenzó haciendo este mezzotinto (medio tono) partiendo del claro al oscuro e insistiendo en aquellas zonas donde quería generar más matices usando «roulettes» o ruedas con afilados dientes. Pero esto no es lo usual ya que la mayoría de los grabadores primero trabajan la trama en la plancha entera y a base de rascador y bruñidor van desdibujándola hasta obtener los medios tonos y los blancos que, por contraste, son muy intensos. Solamente hizo siete planchas, retratos de nobles, santos y aristócratas protectores suyos y una copia de un cuadro de Carracci.

Fue su seguidor, el artista  Rupert el Príncipe of the Rine primo de William VI de Hesse-Kassel, quien continuó el proceso en 1654 aprendiendo, quizá, del mismo Siegen. Aún se conservan las cartas entre ellos. Rupert había producido algunos mezzotintos con estilo propio y a su vuelta a Inglaterra, hacia 1660, lo extendió allí. Gran Bretaña se convirtió pronto en la cuna de esta técnica. En 1662 se realizó una publicación, en terminos algo enigmáticos, por John Evelyn de título De la nueva forma de grabado, o Mezzo Tinto, inventada y difundida por su Alteza el príncipe Rupert, conde palatino de Rhyne & C. Probablemente fue él quien inventó el graneador. Su mentor artístico Wallerant Vaillant (1623-77) continuó su difusión comercial en Amsterdan en la decada de los 60 y de ahí al resto de Europa.

La técnica: esta forma de incisión directa en grabado consiste en granear una plancha, preferiblemente de cobre por su dureza, de manera que si se estampara en ese momento se conseguiría una mancha absolutamente negra de gran intensidad. A partir de ahí, y con la ayuda del rascador y el bruñidor, se van sacando los medios tonos al rebajar la profundidad de los huecos en los que se introduce la tinta. Esto es, un agujero más profundo significa que cabe más cantidad de tinta, por lo que imprimirá más oscuro. Mientras más se corte o bruña una zona, menos profundidad tendrá, dará cabida a menos tinta e imprimirá más claro.

Aunque hay algunos artistas que lo hacen del claro al oscuro, decía que la práctica más frecuente es trabajar del negro al blanco a base de “borrar” las tallas, llamémoslo así. Cuando explico este concepto a mis alumnos de tercer curso de Bellas Artes (primer año de grabado), les pongo el siguiente ejemplo: imaginad que os mandan en la clase de dibujo tres ejercicios sobre el mismo modelo. El primer ejercicio lo hacéis de la forma habitual con carboncillo sobre papel blanco, el segundo consistirá en hacer un dibujo con tiza blanca sobre una cartulina negra, y el tercero,  en manchar el papel todo lo que se pueda con el carbón para, posteriormente, borrar y sacar el dibujo deseado. Pues bien, esta tercera forma sería lo más aproximado a una manera negra y hay que diferenciarla muy bien de las otras dos, sobre todo de la segunda. Esta compresión del proceso, de su estética intrínseca -muy pictórica- y a sabiendas que se consigue prácticamente la totalidad de los medios tonos de forma suave y difuminada, puede ayudarnos a entender la temática acogida por la manera negra , por un lado, y que se usase para el retrato y para la copia de cuadros por el otro. También, influenciado por el invento de Le Blon, la tricromía, basada en la estampación de tres planchas trabajadas de esta forma con los colores primarios, hizo que se utilizasen tintas de colores, además de la tinta negra. En los siglos XVII y XVIII se puso muy de moda el glass-print en Inglaterra, una mezzotinta con efectos traslúcidos pasada a un cristal en vez de papel.

La herramienta fundamental que se utiliza es el graneador, berceau (cuna en francés) o rocker (mecedora en inglés). Consiste en un utensilio con su extremo de acero en forma de media luna, achaflanado por un borde lleno de incisivos dientes, responsables de elaborar la trama de puntos. Se coloca perpendicularmente a la plancha y comienza a balancearse. El dentado de distintos grados y la presión crearán una trama de minúsculos agujeros ordenados en surcos que luego recogerán la tinta gracias a su profundidad y sus rebabas. Se necesitarán una diez pasadas en todas direcciones para conseguir cierta calidad. Este azaroso y lento momento del proceso puede que retire a algunos artistas de la manera negra, pero queda más que compensado por la belleza que ofrece. Ya hay casas especializadas que venden las planchas preparadas con el berceau, algo caras de momento, pero se entiende dado el tiempo que requiere su preparación. También hay ingeniosos sistemas para realizarlo de forma mecánica que hemos encontrado en varios videos de Youtube. La resina permite también imitar la técnica directa de la manera negra, mediante un aguatinta uniforme de mordido profundo. En vez de puntear la plancha se resina y muerde en ácido hasta dejar un punteado uniforme sobre su superficie que se traducirá en un negro intenso. A partir de aquí se usa el rascador y el bruñidor de la misma manera para ir consiguiendo las distintas tonalidades más claras. Los resultados son menos espectaculares, aunque por su comodidad es utilizado por muchos artistas. Hay quien lo ha denominado «falsa manera negra».

Una vez realizada la primera mancha con el berceau, se determina el dibujo y se comienza a trabajar con los rascadores y bruñidores. Los primeros cortan el grano con sus afiladas aristas, y los segundo los aplastan por su parte roma. Es conveniente utilizar un lubricante, como aceite de linaza, para no rayar el metal. Esta técnica, pese a ser un método directo que que permite cierta visibilidad, requerirá experiencia por parte del grabador para saber traducir los tonos que le quedarán una vez impresa la plancha, ya que cuando se estampan suelen ser más oscuros de lo que aparentan en el metal. Es frecuente recurrir a sucesivas pruebas de estado hasta llegar a la Bón a Tirer. Un cobre, si es estampado en condiciones óptimas de fricción de la tarlatana y de presión en el tórculo, permitirá una edición de más de 50 ejemplares sin desgastarse. Téngase en cuenta que la manera negra es muy similar a la punta seca, y el aplanamiento de las rebabas irá restando nitidez a la imagen tras las sucesivas estampaciones. La tinta debe ser de alta calidad, con densidad de pigmentos, para obtener buenos resultados.

Son muchos los creadores que han utilizado este procedimiento. Como ejemplo (solo pongo algunos ya que la lista es amplia) tienes a los artistas ingleses de los siglos XVII y XVIII. Más actualmente Escher o Carol Wax, esta última autora de uno de los libros más hermosos y completos sobre la técnica: The mezzotint; Chuck Close, que proporciona una nueva forma de entenderlo, los españoles Antúnez o Ramiro Undabeytia, quien ha modernizado la estética con imágenes muy actuales, sorprendentes y divertidas o la artista Deborah Lulu Chapman. Pero este listado debería dejarse para posts independientes ya que cometería muchos errores por omisión. Tan solo resumir, con respecto al contenido tradicional, tres tipos de temática: la estética de lo sublime, el retrato y la copia de cuadros. Puedes ver imágenes de todos los tipos aquí o profundizar con este artículo de François Maréchal sobre El grabado al humo.

[Fuente imágenes: superior, Chuck Close en la National Gallery de Australia; Retrato de Von Siegen de la Regente de Hessel-Kassel Amelia; proceso, imágenes de jimhubbman; manera negra sobre materiales en denisesaint-onge, detalle de un graneador, Carol Wax en  contemprints.] Volveremos…

EL PRENSADO [APLANADO] DE LA ESTAMPA

Tras estampar el grabado, cuando el papel aún se encuentra húmedo, es conveniente prensarlo para que recupere su aspecto terso y así realzar la calidad en el acabado de la estampa. Aunque la teoría parece simple, la labor se dificulta si no se cuenta con el material apropiado.

La prensa para papel es un útil que, por lo general, consta de dos planchas de madera o metal muy gruesas, reforzadas con travesaños, que se aprietan mediante un husillo. En el medio se disponen cartones que ayudan a absorber el agua sobrante de la estampa para que las fibras del papel se vayan secando bien aplastadas, lo que evita el alabeo y ondulado. Su diseño es similar a las prensas de encuadernación, o a las prensas de presión plana, utilizadas antiguamente para la xilografía y encuadernación.

En algunos talleres es frecuente colgar el papel con pinzas en tendederos, como si se tratase de prendas de vestir. Una buena explicación de este procedimiento lo encontrarás en la página artefactotallerdegrabado donde se verá bien ilustrado cómo realizarlo. Más recientemente otros talleres disponen de racks de secado que ayudan a que el papel se seque en posición horizontal sin deformación. Pero aunque funcionan bien con determinadas técnicas en seco, es mejor si se ayuda al grabado humedecido con peso encima para que las fibras se vayan ajustando en la forma adecuada.

Cuando un grabador comienza lo normal es no disponer de estos elementos. Como sustituto funcionan muy bien algunas tablas de aglomerado –muy pesado- de grosor aproximado a los 3 centímetros. El tamaño se decidirá conforme a la medida estándar de las estampas, aunque aconsejo que sea algo superior a la medida completa del papel Michel o Super Alfa [112 x 76 cms.] Si tampoco se dispusiera de estos tablones, se debe echar mano de todo elemento de peso disponible… libros, maderas, planchas, etcétera. Hay quien usa dos gatos para apretar ambos tableros, pero el resultado no es tan bueno ya que este sistema aprieta por los extremos pero deja el centro más holgado.

Las estampas han de colocarse una a una, ya que en caso contrario se irán transmitiendo la humedad e irregularidades entre sí. Lo mejor es colocarlas siguiendo el orden de: 1- madera abajo, 2- estampa, 3- papel de seda, 4- cartón gris (u otra madera o secante, siempre rectos )… 1.a- estampa, 2.a- papel de seda… y así sucesivamente hasta colocar todo el trabajo de la sesión. El papel de seda habrá de renovarse cada 24 o 48 horas, dependiendo del estado de humedad en el que se introdujo el grabado, o según las condiciones ambientales. Estos dos factores influirán también en el tiempo que deberá estar el papel en la prensa (aproximadamente de cuatro días a una semana). Las causas de error más frecuentes son:

– Defecto de presión: es el motivo más común.

– Colocar más de una estampa junta, lo que hará que se transmitan demasiada humedad entre ellas.

– Colocar el grabado en la prensa cuando ya está demasiado seco. Lo ideal es dejar transcurrir el mínimo tiempo posible entre la estampación y el prensado. Si no fuese posible, un buen sistema es proteger las hojas entre acetatos para evitar que se sequen.

– Estado de la superficie de los materiales usados para el alisado del papel: que los cartones se encuentren abombados o alabeados, ya que transmitirán esta forma al grabado.

– Exceso de presión durante la estampación: si esto sucede el recuadro donde se encaja la imagen será pequeño para acoger el papel, muy estirado a consecuencia de la presión recibida en el tórculo, por lo que éste se ondulará para encontrar cabida.

– Que una (o las dos) superficies que rozan con la estampa no sean transpirables, como por ejemplo el cristal o suelos no porosos. Si se usara este material debemos asegurarnos de ir purgando la humedad cada 6 horas aproximadamente, mediante papeles de seda. Notaremos que éstos están húmedos cada vez que se sustituyen.

Aunque no es recomendable, si todo esto por error o tiempo no hubiese surtido efecto, habría que humedecer de nuevo la estampa (si no tienes experiencia, te aconsejo hacer pruebas previas). Ha de revisarse que la tinta usada sea de carácter graso, que esté bien emulsionada y que ningún material como chiné collé u otros estén sobre el grabado.

Una vez hechas estas comprobaciones, se introduce la estampa en la bañera durante varios minutos para que las fibras se esponjen bien. Se le quita el exceso de humedad metiéndola entre secantes, y cuando ya no quede ningún charco, se vuelve a prensar entre los cartones y maderas. Recuérdese ir cambiando el papel de seda continuamente.

También, si la estampa es pequeña y la ondulación suave, puede pasarse la plancha tomando las precauciones necesarias para que no se queme, manche o alabee. Si controlas el proceso de humedecido/enjugado del papel, es bueno saber que mientras más tiempo lo tengas en agua previamente a la estampación, más fácil resultará después aplanarlo. No obstante debes valorar los inconvenientes que pueden producirte un humectado excesivo. Por último quiero recomendarte un enlace por si quieres ver un caso concreto en magical-secrets.com.

[Fuente imágenes: secadero de papel casero artefactotallerdegrabado]

EL GRABADO A COLOR

McMillan four color separation

La forma más tradicional de hacer un grabado polícromo es utilizar una plancha para cada color y superponerlas para obtener un número mayor de tonos. Es conveniente decir que este tipo de estampación requiere experiencia en la mezcla de tintas, pericia técnica y una idea muy clara del resultado final, ya que las variables que intervienen en la estampación se verán aumentadas considerablemente. También es importante elegir el método más adecuado para cada imagen y registrar las planchas, en su caso, de la forma más exacta posible.

Fue Jacob Christoph Le Blon (1667-1741) quien fundamentándose en la Teoría del Color de Newton, concibió la cuatricromía -tricromía en su origen- base de la impresión a color, consiste en hacer tres planchas a la manera negra para luego estamparlas superpuestas con los colores primarios cyan, magenta y amarillo, el claro antecedente del CMYK. Posteriormente  Jacques Fabien Gautier d´Agoty , o tal vez el mismo Le Blon, incluyó una plancha de color negro ante la falta de contraste y detalle que ofrecían las estampaciones tricromáticas. Esto viene motivado porque la mezcla sustractiva de los primarios produce un negro evanescente, superado en contraste e intensidad por la adición de pigmento negro mineral. Es importante destacar que para que la visión humana obtenga la gama de color completa (pensemos en un anuncio fotográfico de una valla publicitaria) son necesarias dos cosas: las cuatro planchas con la gama básica y un sistema de puntos (trama) que las combine para que luego el sistema perceptivo forme los colores. Algo parecido a lo que sucede con el movimiento pictórico puntillista. El grabador/estampador sabe que cuatro planchas, por ejemplo xilográficas, entintadas y superpuestas con formas planas (no puntos) no darán como resultado más que la combinación de los cuatro colores primarios y sus mezclas.

Munch xilography two cut plates

El color en la xilografía aparece desde hace mucho. Dejando a un lado las trepas (coloreado con plantillas) o las estampas iluminadas, se atribuye al italiano Ugo da Carpi los primeros camafeos. Estas estampaciones consistían en dos o tres tacos en los que se aplicaba distintas tonalidades pero siempre dentro de la misma gama: blancos, medios tonos y línea oscura. Mención aparte merece la xilografía japonesa cuyo sistema de tinta al agua, aplicada con pinceles, y un estricto registro de color de a veces hasta 54 planchas, da los resultados que todos conocemos.

La metodología de estampación policroma queda inmediatamente distinguida de la monocroma por el proceso de registro, que determinará la adecuada superposición de planchas en un mismo lugar para que los colores se combinen adecuadamente. Para registrar una estampación hay muchos métodos según las técnicas y la complejidad del dibujo, pero todos deben contemplar tanto la elaboración de las  matrices como la situación de las distintas planchas durante la estampación. También es conveniente tener en cuenta el aumento de tamaño que se produce en el papel cuando se humedece. Más adelante dedicaré un post estas distintas formas de proceder.

nauman dos planchas

Resumo, sin entrar en mucha profundidad, algunos métodos de estampación a color. Pueden usarse individualmente o en combinación:

1 UNA PLANCHA PARA CADA COLOR: ya descrito. Se considera el sistema más versátil y produce resultados muy completos. Hay que tener en cuenta el registro durante el dibujo y durante la estampación, ya sea en una sesión o varias. Se utiliza en todos los procedimientos de estampación.

2 DIFERENCIACIÓN POR ÁREAS [PUZZLE]: las zonas de distinto color han de estar separadas geográficamente, procediendo a entintar cada parte por separado con rodillos pequeños. En la xilografía moderna fue Munch quien ideó dividir la madera en zonas (colores), recortándola y luego ensamblándolas a modo de rompecabezas. Se utiliza fundamentalmente en la estampación en relieve.

3 ENTINTADO A LA POUPÉE: en el caso de la estampación en hueco se realizará mediante el procedimiento de muñequilla o a la poupée. Con este método se ponen distintos colores sobre una misma plancha, entintando y limpliando progresivamente con la tarlatana, respetando al principio los límites y luego fundiéndolos ligeramente. Fue concebido a finales del siglo XVII por Johannes Teyler.

4 MÉTODO A PLANCHA PERDIDA: fue Picasso junto al impresor Arnera, ante los inconvenientes de lograr un registro ajustado, quienes  idearon este método en el que se talla y estampan los colores sucesivamente desde una sola plancha. Es necesario prever el resultado con claridad y establecer un número superior de estampas a la edición total, llamadas de reserva.  Al igual que en el método anterior, se aconseja comenzar por el color más claro. Usado especialmente para la estampación en relieve, tiene limitaciones ya que la plancha se va perdiendo en el propio proceso de elaboración y exige, tener amplia experiencia en la combinación de los colores.

5 TÉCNICA DEL ESTARCIDO: consiste en colocar plantillas que protejan las zonas que no deseamos que aparezcan. Estas plantillas pueden ir entintadas o no. También se entiende bajo esta denominación, la adición de distintas superficies recortadas y entintadas (por ejemplo acetato) que se colocan en la plancha cara al papel a la hora de estampar . Fue muy utilizado por los grabadores Lasansky y Peterdi.

6 DOBLE ENTINTADO: este método lo usaremos fundamentalmente en la estampación en linóleo. Consiste en mezclar dos tintas (como mínimo) sobre la misma matriz, eliminando parte de la primera y pasando un rodillo rápido con el segundo color que se adherirá a los claros. El resultado es muy vistoso.

7 EN HUECO Y EN RELIEVE: para matrices calcográficas. Primero se entinta la plancha por el procedimiento en hueco, y posteriormente por el procedimiento en relieve. Si procede, se aconseja limpiar la superficie con blanco de España y disponer de un rodillo con el suficiente diámetro para entintar toda la superficie de una sola revolución. Está fundamentado en el método Hayter y se aconseja que la tinta del hueco sea más viscosa que la del relieve.

8 CHINE COLLÈ: también conocido como chiné appliqué, viene a traducirse como papel de china encolado. Es un método muy vistoso y fácil de utilizar en el que se depositan papeles de seda, telas y otros, de color sobre la superficie de la plancha entintada, aplicándole en la parte posterior pegamento en spray o un engrudo ligero de maiz. Al estampar el elemento del collage quedará adherido a la estampa con la tinta de impresión en su superficie, apareciendo su color en los vanos. Puede usarse con cualquier técnica de grabado.

Joan-Wiener chine colle

9 MÉTODO DEL RODILLO EN ARCO IRIS  DEGRADADO: se dispondrán varios colores sobre un rodillo, adecuándolo al patrón de dibujo, que se van fundiendo a medida que se hacen las sucesivas pasada sobre el cristal. Su origen parece ser que data del siglo XIX. Funciona muy bien como complemento ya que queda algo artificial como método único.

10 METODO HAYTER O MÉTODO DE LA VISCOSIDAD DE LA TINTA. W. S. Hayter en su innovador Atelier 17 (fundado en París en 1933) desarrolló en la mitad del siglo pasado un procedimiento ya está extendido entre todos los grabadores con el que se consigue varios colores en una misma plancha. Se fundamenta en el rechazo producido entre dos tintas de distinta viscosidad, en la realización de distintos niveles en la plancha y el empleo de rodillos de distinta dureza.

11 ZIEGLEROGRAFÍA: 
Procedimiento desarrollado por Walter Ziegler a principios del siglo XX y actualizado por Concepción Sáez del Álamo (M. Concepción Sáez del Álamo, El grabado a color por zieglerografía, Bilbao, Caja de Ahorros Vizcaína, 1989 . Consiste en realizar varias planchas con barniz blando y estamparlas superpuestas en distintos colores.

[Fuente imágenes: superior separación de color, McMillan en missiongalleryart.com; Picasso, linóleo a plancha perdida en el que haría uno de sus famosos retratos de Jackeline, 1957 en www.picasso.fr; xilografía de Munch, Towards the forest II, 1915 en  artelabonline Bruce Nauman, Hands only, 2006, barniz blando, dos planchas en mo-artgallery; aguafuerte entintado a la poupée del grabador español Julio Prieto Nespereira; Picasso, Naturaleza muerta con sandías y cerezas, linóleo a plancha perdida de la colección Arnera, el impresor de  Picasso en  www.sapergalleries.com; fotograbado y chiné colle de Joan Wiener en nontoxicprint.com; abajo, zieglerografía de Concepción Sáez del Álamo en ocw.usal.es]

ERASE UNA VEZ…UN TALLER DE GRABADO

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Erase una vez… Los Inventores 06 Gutenberg y la imprenta 2/3

Un taller de grabado actual se asemeja bastante a las pequeñas editoras de siglos pasados. En ellas se utilizaron muchos de los materiales y procedimientos que un artista aplica hoy, con la salvedad de anteponer el valor creativo al informativo. Hoy os traigo este video de la entrañable serie televisiva Erase una vez… (el hombre, los inventores, el cuerpo humano…) porque me ha parecido divertido ver el taller de Gutenberg en dibujos animados y por la similitud que encuentra el trabajo xilográfico de antes y de ahora. El capítulo consta de tres partes, sólo pongo la segunda que es la más afín a lo nuestro. Podrás identificar matrices, gubias, buriles, muñequillas para entintar, rodillos, el sistema de estampación…también aparecen matices técnicos muy precisos como el establecimiento de la presión adecuada, ni poco que no imprima ni mucha que rompa el papel,  intuir la necesidad de matrices que resistan el número de la edición, la ajustada aplicación de tinta para que se  transfiera adecuadamente sin extenderse, la peligrosidad de los productos tóxicos, las aleaciones «secretas» y en definitiva, la búsqueda de calidad, igualdad y rapidez. Por supuesto sabrás del impresor alemán, de la invención de la imprenta, de la impresión de la Biblia Pauperum …e incluso, hasta verás un gag acerca de la falta de inversión en proyectos de I+D, algo para reflexionar… 🙂

CONSERVACIÓN, PROTECCIÓN y ALMACENAJE DE LA OBRA GRÁFICA.

Las estampas suelen ser muy sensibles a la luz, a los factores ambientales y a una manipulación inapropiada, por lo que se aconseja que se enmarque o almacene en el lugar adecuado lo más rápidamente posible. A continuación encontrarás algunos consejos básicos para preservar tu obra gráfica.

PROTEGER DE LA LUZ:
La exposición prolongada a una luz muy directa o en exceso puede causar decoloración de los pigmentos y el papel haciendo que amarillee si no fuera de PH neutro. Éste es el motiov por el que observarás en las exposiciones de estampas, de obra sobre papel en general, que las condiciones lumínicas son tan tenues. En el ámbito doméstico, conviene evitar fuentes de luz de día que contienen rayos ultravioletas (UV) especialmente dañinos. También contienen UV las bombillas halógenas y los tubos fluorescentes, no así las de tungsteno -ya en desaparición- que son más recomendables siempre que evites el calor por proximidad.
Una vez que el papel ha sido afectado por la luz, su deterioro suele ser irreversible. “En asuntos de la restauración del papel, con frecuencia la cura es más dañina que la enfermedad en sí. La mayoría de las intervenciones pueden acarrear cambios en el papel a medio y largo plazo. Con frecuencia es tan importante o más el trabajo que decides no llevar a cabo en un papel, que el que ejecutas. Un buen restaurador dedicará tiempo a comentar todos estos asuntos con su cliente, para que pueda tomar decisiones informadas. Si tu restaurador no te habla, es una mala señal.» (Op. cit. P. Barbáchano). Lo más acertado es utilizar un vidrio o metacrilato con protección ultravioleta – asequible en tiendas especializadas- para mitigar este efecto o dotar a las ventanas de casa de protecciones especiales.

TEMPERATURA Y HUMEDAD RELATIVA: La temperatura y humedad constantes adecuadas para el papel son de 20º C y un 60% de HR. Los cambios en éstas, sobre todo en la humedad, causan ondulaciones que deterioran la estampa afectando a la estructura interna del papel. En periodos muy húmedos o en zonas costeras también hay que vigilar la proliferación de moho. No debe almacenarse la obra en sótanos o áticos, sin que los controles sobre estos dos factores sean fiables. Las manchas producidas por hongos se pueden eliminar con blanqueadores químicos pero los efectos a medio y largo plazo son perniciosos, por lo que debes evaluar si acometes la restauración o no. Se suele aconsejar que no.Vigila también los accidentes comunes con agua, mucho más frecuentes de lo que imaginas ya que incluye no solo las inundaciones, sino también simples goteras o la humedad producida por la condensación, e incluso, filtraciones cuando se procede a la limpieza del cuadro. Si una estampa se mojase, sécala cuanto antes desmontándola de su soporte si fuese necesario. En casos de mucha cantidad de obra dañada, ésta suele congelarse para acometer el secado poco a poco. Si el daño fuese elevado o la obra de mucho valor, acude a un conservador especializado. Es fundamental que el cuadro esté bien sellado protegiénlo el reverso con un cartón específico. La extendida norma de poner una lámina de contrachapado es más que perjudicial.Por último, para aplanar un papel arrugado debes recurrir al humedecimiento, enjugado y presionado, pero con la cautela suficiente que no elimine las texturas propias de la estampa como la marca de la plancha o el troquel. si no te atreves, acude mejor a un especialista.


ACIDEZ
: Para prevenir el incremento de acidez, todos los elementos del enmarcado, incluido el paspartú y la moldura, no deben entrar en contacto con papel y ser de un PH neutro o ligeramente alcalino (100 % algodón). Como protección trasera usa un cartón rígido antihumedad libre de ligninas que ayudará al perfecto sellado del cuadro y procura que la estampa no esté en contacto con el vidrio. Utiliza grapas japonesas y/o engrudo de PH neutro para el fijado del papel ya que otro de los problemas más frecuentes son las marcas del cello que se utiliza para «pegar la estampa» en el enmarcaje. Y ten en cuenta que de nada sirven estas medidas si el papel que usas como artista es de mala o baja calidad.  En la mayoría de los casos los problemas de conservación dependen en gran medida de la eficacia de los materiales empleados y, fundamentalmente, de la estabilidad química del papel. Muchos papeles actuales no resisten exposiciones de luz continuas ni las dilataciones propias de climas muy calurosos o demasiado húmedos, precisamente por esto.

SUCIEDAD: Aparte de la manipulación o almacenaje incorrecto, el polvo y la contaminación de las grandes ciudades manchan la superficie porosa del papel formando químicos que lo decoloran y debilitan. Es difícil que un coleccionista o propietario de estampas pueda controlar la calidad del aire, por lo que de nuevo se insiste en el sellado adecuado. Por otro lado también es común disponer gran cantidad de obras sueltas que debe protegerse. Se almacenarán en carpetas que cumplan con los requisitos de rigidez, alcalinidad y blancura nombradas o guardadas en cajoneras planas de metal que evite marcas de presión inadecuadas. Nunca las enrolles, por muy grandes que sean. Si las estampas fuesen de gran valor, manipúlala con guantes blancos de algodón.

LECTURAS RECOMENDABLES:

– PASCUAL, Eva. Conservar y restaurar pape.l Barcelona, Parragón, 2005.

– RODRÍGUEZ LASO, María Dolores.
Conservación y restauración de la obra gráfica. Universidad del País Vasco, Bilbao, 2004

El soporte de papel y sus técnicas: degradación y conservación preventiva. Universidad del País Vasco, Bilbao, 1999

-CRESPO, Luis y MCCLEARY, John. El cuidado de libros y documentos: manual práctico. Clan, Madrid, 1997

-ELLIS, Margaret H. . The Care of Print and Drawings.(1987). Reimpr. Walnut Creek: Calif.: Altamira Press, 19954 6

-PERKINSON, Roy L., y W. DOLLOF. Francis. How to Care for Works of Art on Paper. Boston: Museum of Fine Arts, 1985

– AA. VV. Matting and Framing Works of Art on Paper (Folleto). American Institute for Conservation of Historic and Artistic Works (AIC), Washington D.C: 1994. Pincha aquí para ver el apartado  libro y el papel 

Enlace a una breve historia del papel y su fabricación.

http://www.papelnet.cl Página educativa sobre las características técnicas del papel, historia, usos. Pincha en las pestañas superiores.

Libro on line sobre la conservación de estampas y dibujos. En inglés

¿Por qué el papel se vuelve amarillo?

– Documento de la Unesco sobre la preservación de archivos Por P. Viñas.

– Libro on line en español donde encontrarás asesoramiento sobre conservación y restauración de papel. .

–  Ana Beny y Pedro Barbáchano. en  Clara entrevista al especialista P. Barbáchano sobre la enmarcación de papel.

Más sobre conservación en  spanishprintmaker

– Enmarcado de conservación. Interesantísima página de ARQUIDIB sobre los materiales de museo usados para el enmarcado. Para ampliar todos los conocimientos.

[Fuente imágenes:arriba: grabado antiguo sobre trombas marinas en Les Meteores, Margolle et Zurcher, Grabado de 1869 en tiemposevero.es; papel amarillento en animalderuta;  luz: mundogeo.es   hongos pulnivoria   acidez  centros3.pntic    embalaje en  crownfineart.com y suciedad en todocoleccion.net]

¿QUÉ ES UNA ESTAMPA ILUMINADA?

La lentitud en el proceso de la estampación a color en el que eran necesarias varias planchas, hizo que muchos artistas y artesanos «iluminaran» sus grabados. Una vez realizada la primera impresión, normalmente en negro, se le iban dando toques básicos de color, para conferirles un aspecto más atractivo, ensalzar su significado o aumentar su valor. Estos toques se podían repetir de una estampa a otra con gran rapidez, de forma que en ningún momento se perdía la estabilidad de la edición ni se convertía en un proceso demasiado elaborado. Aunque en sus orígenes a los criterios cromáticos y mercantilistas se les unió la necesidad de rapidez, es una práctica realizada también hoy en día por algunos artistas. Las formas de hacerlo son diversas, pero normalmente se usan pinceladas a mano alzada (de acuarela o colores opacos) o mediante plantillas que delimitan la zona a colorear. Aunque a veces encuentren zonas comunes, la iluminación de estampas no debe confundirse con el monotipo.  

Hay una magnífica publicación de título Painted Prints, The Revelation of Color in Northern Renaissance and Baroque Engravings, Etchings, and Woodcuts coordinada por Susan Dackerman quien comisarió una exposición de Estampas Iluminadas (estampas pintadas) en el Museo de Baltimore [BMA] a finales de 2002. Ahí se encontrarán varios ejemplos, la mayoría de ellos renacentistas y barrocos. Aparecen los procesos, los artistas, las versiones en blanco y negro y muchas explicaciones sobre las obras.

[Derecha: Alberto Durero San Jerónimo en su estudio.1514. Coloreada con acuarelas, pintura opaca y oro. Superior: Alberto Durero. Estampa de La Pasión Grande. 1511 Colorista desconocido. Xilografía con acuarela, pintura opaca, oro y plata.  Ambas procedentes del Museo de Baltimore. Abajo, Estampas de Santa Teresa del siglo XVIII con distintas iluminaciones en pinimg.com ]

EL AGUATINTA

El aguatinta es una técnica de grabado con la que se consiguen efectos pictóricos y mancha  prescindiendo del entrecruzamiento de líneas. El procedimiento más común consiste en espolvorear y fundir resina de colofonia (u otros materiales) sobre la superficie de la plancha, de manera que actúe como una reserva por puntos. Una vez depositada y fijada, se somete a la acción del mordiente, que en función de los tiempos dará como resultados tonalidades más o menos oscuras. El aspecto dependerá también del grosor del polvo utilizado y la densidad con la que se deposite sobre la plancha: a mayor concentración de resina (en igual tiempo de mordido) el efecto será más claro y viceversa, ya que hay más zona del metal protegida.

La resina puede aplicarse tanto en la caja resinadora o con un tamiz, si bien hay que aclarar que para conseguir tonalidades uniformes o negros profundos, debería hacerse mediante la primera.  Una vez aplicada se hacen las correspondientes reservas que determinarán los distintos tipos de grises, bien con barniz (o sustituto) o con un lápiz graso (de cera o litográfico) que permitirá crear las tonalidades en degradación.

Por regla general, la resina y el trabajo de línea suelen ir acompañados. Es aconsejable al principio del proceso realizar primero la línea y después la mancha. En sucesivas pruebas de estado, se volverá a barnizar para continuar el dibujo.

Encontrarás multitud de variantes con respecto a esta técnica, tanto en su versión más básica, como en el aguatinta al azúcar. Se puede realizar también pulverizando laca de bombilla (incluso laca del pelo, aunque no es tan resistente) pinturas sintéticas (de coche o graffiti) betún de Judea en spray, presionando papeles de lija sobre el barniz, mediante el mordido a la sal o con flor de azufre. Todas éstas presentan la ventaja de no necesitar calor para su aplicación y, según la mano del artista, producirán un efecto u otro. A estas técnicas relacionadas les dedicaremos posts independientes ya que el concepto de sostenibilidad ha renovado por completo el uso de los productos más clásicos. Para minimizar la confusión hoy lo más importante es comprender la esencia del proceso: una reserva por puntos que permitirá dar una superficie encrespada a la plancha, de mayor o menor profundidad, en la que la tinta se introduzca.

Su origen data del siglo XVIII, cuando los artistas intentan recrear el efecto de las acuarelas o dibujos a la aguada. Parece ser que el primero que lo usó en 1760 fue Jean-Baptiste Leprince (1734-1781) aunque su máximo exponente lo encontrarás en Goya. Muchos otros también la usaron: Nolde, Gainsboroug, Debenjak, Picasso, Miró, Dix, Matta, Kupka…practicamente todos los artistas desde su descubrimiento. Puedes ver un magnífico ejemplo en la maravillosa Serie  Lanzarote de Miquel Barceló. Dale a las siete páginas de imágenes que encontrarás y disfruta.

 PASOS [ procedimiento general de aplicación de la resina]

[Antes de todo: DESENGRASAR la superficie de la plancha, para que la resina no se despegue y PROTEGER el reverso. Esto último se hará antes o después  según se vaya a aplicar calor o no].

1 y 2 RESINAR, espolvoreando la resina sobre la superficie (mediante resinero, de forma manual o con cualquier producto pulverizado). Atento a la cantidad que pones para no ocluir la superficie.

3 FUNDIR LA RESINA, de forma muy suave, no excederse con el calor.

4 DIBUJAR LAS RESERVAS con pinceles y/o lápices grasos para obtener tonalidades graduadas.

5 MORDENTAR preferiblemente con ácido débil para que el producto no salte y se produzcan calvas. Proteger zonas y morder varias veces [si procede].

6 Eliminar todos los restos. Ten siempre presente cuál es el solvente de los productos que apliques sobre la plancha. La resina se disuelve con alcohol, el barniz oleoso con trementina o similar. Evita el uso de disolvente universal, es demasiado tóxico.

7 Entintar la nueva superficie «encrespada» de la plancha donde la tinta encontrará un anclaje para no ser arrastrada por la tarlatana.

Para ver imágenes y todos los pasos del proceso dirígete a la magnífica página de manualdegrabado  de donde procede el esquema central, realizado por Pilar Lloret, Jordi i Milena Rosés, del taller Murtra Edicions. Encontrarás fotos aclaratorias, muy cuidadas estéticamente que servirán mucho para tu formación. También comenzarás a conocer los talleres de edición de obra gráfica.

[Imagen superior: Aguatinta de Pam Shawart; central: Caja resinadora en PolymetaalSiguiente, Barceló en amorosart.com. Las demás, recomendadas en el texto].

ESCHER EN ACCIÓN…

Este es uno de los posts que he tenido que modificar ya que, lamentablemente, los videos a los que hace referencia han sido descolgados de Youtube. El texto original de septiembre de 2009 era el que aparece más abajo del que dejo constancia por si algún día vuelven a aparecer… «Si quieres ver a Esher en plena actuación como grabador mira estos dos interesantes vídeos. El primero es bastante curioso ya que se trata de un trabajo realizado a la manera negra o mezzotint.  Verás al artista punteando la plancha con el berceau y luego bruñéndola con el rascador- bruñidor para ir sacando los distintos grises. El segundo, más espectacular, se trata del corte y estampación (manual) de su famosa xilografía Snakes, realizada poco antes de morir. Como Leonardo, Miguel Ángel y muchos otros, es zurdo…»

3 de marzo de 2010: por fin hoy he encontrado este otro en el que sale Escher trabajando varias técnicas, no te lo pierdas ya que es más completo que los anteriores a los que también incluye… .-)

06/05/2020 Nuevo intento:

M.C. Escher – Creating The «Snakes» Woodcut

This video show M.C. Escher himself creating the «Snakes» woodcut,

KEITH HOWARD y «THE CONTEMPORARY PRINTMAKER».

Hoy os traigo de nuevo un libro: The contemporary printmaker: intaglio-type & acrylic resist etching. Su autor Keith Howard es el director de investigación del área de grabado del Rochester Institute of Technology School of Art y éste es su  último trabajo publicado en 2004 que, según sus propias palabras, representa “las últimas investigaciones en la impresión no tóxica, o contemporánea». Tiene 265 páginas y 500 ilustraciones, la mayoría a todo color. Hay una sección de búsqueda rápida y una guía para resolver los problemas más frecuentes al final de cada capítulo, una práctica muy común en los manuales de grabado. En la web del autor podrás encontrar su biografía, un enlace al taller, imágenes, artículos, etcétera. Préstale atención a todas las experiencias realizadas con con tintas al agua (water based inks).

Este libro se ha posicionado, gracias a las estrategias del marketing, como  “la biblia de la impresión contemporánea” y quiero hacer una reflexión dirigida especialmente a aquellas personas que están empezando en el mundo del grabado, y a  quienes puede confundir la actual identificación de lo «no tóxico» con lo «contemporáneo»; esto es,  lo contemporáneo aparte de una cuestión técnica debe ser también una cuestión estética y cultural mucho más compleja. Utilizar tintas al agua o barnices acrílicos o un film fotopolimero es un medio, y solo eso, para portar una imagen que a veces puede quedar confundida tras la vistosidad de algunos procesos. De la misma forma, entiendo que también debe ser grabado contemporáneo el realizado mediante otras técnicas, siempre y cuando la imagen entre dentro de los parámetros gráficos de la contemporaneidad. Lo enormemente positivo de lo «no tóxico»  radica en: uno, poseer la suficiente calidad como para implantarse como alternativa de calidad a las formas de hacer tradicionales y dos, que los materiales que utilizan, además de funcionar y ser versátiles para el artista,  son sostenibles y respetuosos con el medio ambiente y con el grabador. Que, desde luego, no es poco.  [leer más…]

[Fuente imagen: nontoxicprint.com]

GRABADO NO TÓXICO. SOSTENIBILIDAD EN EL GRABADO

Actualmente gran parte de las investigaciones en grabado se dirigen a la creación de un modo de trabajo que sea menos perjudicial tanto para el artista como para el medio ambiente. De este tema tendremos que hacer muchas entradas, pero hoy solo me dedicaré a dejar visible el estado de la cuestión nombrando los conceptos fundamentales, los principales investigadores y/o artistas responsables y las páginas de consulta que me parecen imprescindibles. Estas técnicas fueron impulsadas al inicio por el Non-Toxic Printmaking  R.I.T. School of Art de Rochester de New York, siendo en realidad una nueva filosofía que se está extendiendo por todos los paises. Uno de los pioneros Keith Howard, registró sus investigaciones en el libro The contemporar printmaker. Intaglio-Type & Acrylic Resist Etching que pretende ser otro de los hitos importantes en la historia del grabado no tóxico.

En España, junto con la publicación del texto del danés Henrik Boegh El grabado no tóxico (Universidad de Granada, 2004) el momento más señalado fue quizá la publicación en el mismo año (acompañado de un DVD didáctico en 2005) del libro coordinado y editado por Eva Figueras  El Grabado no tóxico: Nuevos procedimientos y materiales. En el abstract se exponía lo siguiente: “El desarrolllo industrial y tecnológico del siglo XX ha conllevado un notable incremento y transformación de los lenguajes artísticos, que también ha afectado al grabado, ampliando los recursos de los grabadores de una forma impensable en generaciones anteriores. Recientemente, sin embargo, han aflorado interrogantes y reflexiones acerca de la sostenibilidad de los procedimientos y materiales que se utilizan y se han valorado sus implicaciones en la salud del artista y en el medio ambiente. Esta obra, en este sentido, cubre un notable vacío en lengua castellana al recopilar las aportaciones de los principales investigadores, docentes y artistas europeos y norteamericanos para identificar y desarrollar procesos y elementos que minimicen el impacto en la salud y en el medio ambiente, potenciando, simultáneamente, la capacidad expresiva del grabado.»

Los capítulos de ese libro, que hacen entender su importancia y la evolución de lo acontecido engloba desde muchos puntos de vista la toxicidad del grabado, adaptando las técnicas y productos a un nuevo concepto. Algunos de ellos puedes encontrarlos on line como   La sostenibilidad en el grabado por Eva Figueras, Friedhard Kiekeben y Cedric Green. En sus páginas además de Kiekeben y Cedric Green, estuvieron también Rosa Vives o Juan Carlos Ramos, entre otros.

Eva Figueras, se encargó de la coordinación del libro citado. Su publicación posterior La manipulación segura de productos químicos en grabado  (2009) es un claro ejemplo de que las cosas están cambiando. Puedes consultar su artículo on-line Un taller de grabado sostenible: materiales menos tóxicos y minimización de residuos. Las iniciativas privadas han venido de Alfonso Crujera, desde Gran Canaria con su Manual de grabado electrolítico, Paco Mora quien organiza cursos continuamente la chilena Ignacia Mesa, la página de tintas al agua, y un largo etcétera que iremos desarrollando en otras entradas de este blog. No hay que olvidar tampoco las revistas especializadas que refieren el tema,  aparte de muchos otros relativos al grabado: el ejemplo español lo tenemos en Grabado y Edición que cada vez se extiende más entre el público especializado, ayudado ahora por el vasto alcance de las redes sociales.
Junto a ellos, muchos otros artistas coincidieron en 2009 en el Encuentro Internacional de Grabado en Monterrey, Monte León, de México donde debatieron sobre el estado de la cuestión, un momento importante para la técnica del grabado en este sentido.

En definitiva, el grabado no tóxico, menos tóxico o grabado sostenible se fundamenta: uno, en el uso de productos menos tóxicos para preservar la salud del grabador y afecta a la eliminación/sustitución de ácidos por otros mordientes, uso de barnices acrílicos, solventes vegetales menos contaminantes, eliminación de resinas… etcétera. Y dos, la adecuada gestión de residuos para preservar el medio ambiente. Continuará…

[Fuente imagen: superior, Marc Zunino en nontoxicprint.com; central,  logotipodel congreso de  Grabado No Tóxico, de Monterrey. Resto: portadas de los libros citados en el texto. Mafalda, de Quino. ]

LA TÉCNICA DEL AGUAFUERTE

La  técnica del aguafuerte es una de las llamadas “tecnicas indirectas” dentro del grabado calcográfico. Consiste en aplicar barniz, antiguamente cera, sobre una plancha de metal (zinc, hierro, acero, latón, cobre…)  y dibujar sobre ella. Hecho esto, se introduce en un baño ácido que corroerá el metal por aquellas zonas que hemos dibujado. A mayor tiempo de inmersión, o concentración, los surcos serán más profundos, por lo que al entintar se depositará más tinta dando lugar a líneas más oscuras. Por poner un ejemplo,  sería como si se depositaran hilos de coser del gris al negro sobre un papel: los grises claros corresponderían a mordidas suaves (cortas) y los oscuros a mordidas profundas (de mucho tiempo)

Esto sería para simplificar, pero la técnica del aguafuerte, que recibe su nombre por el ácido que utiliza, puede ser abordada desde muchos puntos de vista. Además, la explicación anterior no recoge la multitud de variables, procedimientos y maneras que afectan a esta forma de trabajar una matriz, refiriéndose fundamentalmente a los dibujos lineales: para la mancha existirá la palabra aguatinta, para texturas o imitación al lápiz  el barniz blando, etcétera. Todas usan un mordiente para su ejecución. El aguafuerte ha sufrido su propia evolución en cuanto a los productos usados, tanto los barnices como los ácidos (nítrico, mordiente holandés, cloruro férrico…) o los metales han ido cambiando con el tiempo. Actuamente la forma de trabajo tradicional va dando paso a un grabado más sostenible que modifica sustancialmente los soportes y productos, y lo que es más importante, también el concepto: técnica Hayter, aditivas, polímeros, grabado no tóxico…

Esto hace que hoy por hoy bajo la denominación estricta de aguafuerte se recojan, fundamentalmente, los dibujos realizados a línea sobre planchas barnizadas. Pero tanta multiplicidad de conceptos  hace necesario  compartimentar su explicación para poder desarrollarla adecuadamente, teniendo además presente que  los artistas adoptan variaciones y combinaciones de la técnica para adaptárla a sus inquietudes plásticas.

Desde el punto de vista histórico sería necesario hablar de una historia sobre aguafortistas porque para muchos  las estampas fueron un complemento a la pintura o la escultura. Se trata mas bien de una historia de individualidades que usaron esta técnica para divulgar sus propias pinturas, al principio. Posteriormente, y de forma excepcional, los altos grados de destreza y sensibilidad de algunos artistas consiguieron llevarlo a la categoría de arte.  Para no caer en imprecisiones, estos nombres  deberán ser enmarcados en un contexto en el que también proliferaron multitud de talleres y artistas menores que contribuyeron a la evolución de la estampa, pero desde otros puntos de vista; un ejemplo serían las sociedades de acuafortistas que se formaron en el siglo XIX  o las Academias, responsables de la enseñanza de muchos grabadores, pero más desde el punto de vista artesanal que artístico.  Así pues, cualquier estudioso del aguafuerte deberá desbrozar la teoría desde las líneas fundamentales en las que una persona puede acercarse a este modo de expresión gráfica: desde el punto de vista técnico, desde la historia de la estampa como medio de comunicación, desde la historia de los aguafortistas y, por último, desde la propia estética del grabado ya que el aguafuerte fue tomado por los artistas a partir de un momento determinado como alternativa más plástica al buril, más duradera a la punta seca  y más descriptiva que la xilografía.

Ya contábamos en el post anterior las teorías acerca de su origen, manteniendo que procede de los talleres de armería, donde se grababan los petos de las armaduras, usándose por vez primera, a principios del siglo XVI, como medio de estampación en papel. Una de las obras más antiguas será del llamado Maestro del Dietario, que perteneció al último cuarto del siglo XV. Fue uno de los aguafortistas más importantes antes de Martín Schongauer (1448-1491)  Independientemente de su origen alemán o italiano, destacan por haber realizado aguafuertes de carácter artístico  Urs Graf (1485-1527/8) y Daniel Hopfer (1493-1536). Será curioso citar a Alberto Durero (1471-1528), quien grabó algunos aguafuertes, pero muy pocos, sobre hierro.

A lo largo del siglo XVI, comenzó a extenderse su uso entre los artistas, los mordientes mejoraron y empezó a usarse el barniz de retoque para morder varias veces el cobre. En el XVII destacará el francés Jacques Callot (1592/3-1635) y Rembrandt (1606-1669)que  sobrepasará a todos.

Ya en el XVIII Tiépolo (1727-1804) produjo aguafuertes de una técnica realmente compleja, junto con Piranesi (1720-1778), dedicado al grabado de arquitecturas y ruinas, dándole verdadera fama su  serie de “Prisiones” que lo encumbraron como aguafortista en la Historia del Arte.

La transición entre ambos siglos la hace la genialidad de Francisco de Goya, y a partir de ahí es raro el pintor que no haga sus incursiones en el ámbito de la estampa, fundamentalmente en el aguafuerte y la litografía. De éstos, como en todo, hay resaltar a Picasso. A ambos volveremos una y otra vez.

Para comenzar con la bibliografía impresa, puedes echarle un vistazo al segundo libro de Walter Chamberlain Aguafuerte y grabado (Blume, 1995 últ.) por su capacidad de síntesis y a la vez, el adecuado nivel de profundización de los temas que lo capacita para una iniciación muy completa. También puedes acudir a cualquier manual que incluya las técnicas principales, como el de Mariano Rubio Ayer y Hoy del grabado (Tarraco, Tarragona, 1979), ya citado,  o el de DAWSON, J. [Coord] – Guía completa de grabado e impresión: técnicas y materiales. (Hermann Blume, Madrid, 1982). Suerte 🙂

[Fuente imagen superior  Daniel Hopfer; imagen central: Piranesi;  imagen esquema aguafuerte en manualdegrabado; siguiente, Kathe Kollwitz en etchingfitness ; inferior, aguafuerte de Moore en centredelagravure.be ]