LUCIAN FREUD, El PINTOR QUE GRABA

Lucian Freud es uno de los artistas actuales más controvertidos e interesantes. Conocido como pintor, practica habitualmente el aguafuerte desde 1982, aunque comenzó sus primeras planchas en los años 40. Nació en Berlín, vive en Londres desde 1933 y, quizá con excesiva frecuencia, se dan pinceladas de su biografía y su arte haciendo referencia a su abuelo, el creador del psicoanálisis Sigmund Freud. Sus estampas están profundamente relacionadas con sus pinturas y, más allá de la pura apariencia, podrá verse que la similitud entre ambas no están hechas con el ánimo de la reproducción, ni siquiera de la versión, no son dibujos preparatorios ni una segunda revisión de sus sujetos, sino un modo paralelo que según sus palabras,  le fuerza a concentrarse más que en otra superficie: «Para el aguafuerte necesito gafas, para la pintura no».

Podría haber elegido la xilografía, como hizo Munch, de resultados más acordes para tanta carga emocional; o la serigrafía, cuya posibilidad de color podría acercarlo más a su pintura, pero no. Elige el aguafuerte como única técnica gráfica convirtiéndolo en una autografía, una forma más de dibujar. “Grabar es como dibujar, pero con un misterio y peligro añadidos que me estimula; nunca sabes cómo va el trabajo, qué es blanco, qué es negro, dónde está la derecha, la izquierda” y a pesar de soportar lo que los grabadores conocemos como planchas quemadas o deterioradas, él entiende que “el elemento sorpresa de cuando veo lo que he hecho es lo que me incita a continuar”. Es, sencillamente, un grabador sin prisa ni complicación que le reste profundidad a sus representaciones. Pinta muy despacio, unos meses para un cuadro, a veces más de un año, y suele compaginar dos lienzos con una plancha. En sus aguafuertes refleja la naturaleza humana desde dos categorías principales: los retratos de cabezas y los desnudos aunque, excepcionalmente, también toca temas como el paisaje y los animales. Graba todo lo cercano: su madre, sus hijas, sus amigos, sus flores, su jardín. Le horroriza la apariencia modificada e idílica, le atrae la veracidad del cuerpo humano.

Comenzó a grabar a los 23 años, usando el lavabo de la habitación de su hotel para mordentar las planchas con ácido nítrico comprado en la farmacia del barrio, estampándolas en uno de los muchos talleres parisinos. De esa época son Pajarito, su primer aguafuerte, y Bollo Chelsea. Hay  dos posteriores de tintes surrealistas y más ambiciosos en técnica y tamaño: Girl with fig leaf y su hija Ill en París. Diría Freud «¿Qué hay más surrealista que una nariz entre dos ojos? (Angus Cock. L.F. recent drawings and etchings, 1993).

Después de 34 años sin hacer una sola plancha, dada la escasez de los medios londinenses de la época, Freud retoma el aguafuerte a partir de un proyecto del historiador Lawrence Gowing de hacer una edición de lujo de 100 carpetas, en la que cada una debía incluir un aguafuerte original del artista. Durante ese año hizo quince planchas y seleccionó cuatro: Una pareja, Cabeza de mujer, La madre del pintor y Bella, haciendo 25 ejemplares de cada una. A partir de estas estampas su obra grabada se basa en un intenso proceso de observación, escudriñando una realidad que comienza a presentar con soltura y fluidez mediante apretadas y enérgicas líneas.

Desde el punto de vista emocional, su trabajo es el resultado de la sensualidad y el egoismo, en el mejor sentido de la palabra. Su vida comienza a adquirir patrones de trabajo disciplinados, serenos, pintando y grabando en su piso londinense donde acuden con frecuencia su madre, sus hijas, las domésticas y otros amigos que se acercan por distintos motivos, a los que empieza a representar de continuo. Con absoluta autoindulgencia evita todo tipo de actos sociales y se conduce en la rutina del trabajo y la vida familiar. Freud cuenta con sesenta años. A medida que he ido leyendo la biografía de este artista sorprende el contraste de la dureza de sus representaciones y la exquisita sensibilidad y sencillez que parece poseer. Su sabiduría, su preocupación por la familia, la cercanía a los animales, la disciplina, la falta de prisa. Cuenta (en conversación con Bruce Bernad) como tras fallecer su padre en 1970, quería volver a darle un sentido a la vida de su madre “que había perdido interés por todo, incluso por mí” comenzando una serie de retratos de ella .

Por los 80 el dibujo desaparece de su vida:  “Cuando me enseñaron la técnica del aguafuerte, solo dije que lo que estaba haciendo era dibujar sobre una plancha, entonces paré de dibujar sobre papel. Pensé que podría dar con mis aguafuertes más inmediatez» afirma en  la correspondencia mantenida con Starr Figura en 1985. En ese año realizó seis grandes planchas  mostrando más fuerza aún en la línea, haciendo composiciones más complejas y comenzando a distribuir su trabajo tanto en Londres como Norteamérica en ediciones de 50 ejemplares. Una figura muy importante para sus grabados ha sido el impresor Balakjian del Studio Prints de Londres quien se convirtió, al igual que en su tiempo hicieron Mourlot o Lacouriere, en el complemento perfecto al trazado sobre el metal. En las dos fases fundamentales de la estampa está el dibujo y la estampación. Esta segunda, aunque no es reconocida por todos, carga con un porcentaje muy elevado de la belleza del grabado. Balakjian enseñó a Freud cómo variando el color, el soporte y sobre todo el entrapado de sus planchas, éstas podían adquirir nuevos matices, tanto en el sentido literal como en el figurado, aumentando su fuerza o su sutileza. La apertura mental que adquirió el artista con su estampador le llevaron a decirle “…vaya, nunca se es demasiado viejo para aprender”. En la imagen superior puede verse al estampador eligiendo la Bon á Tirer de After Constable´s Elm.

Los desnudos son los trabajos más subversivos y turbadores del artista. Son figuras que se muestran reclinadas en un sofá, en la cama o incluso en el mismo suelo, en estado de introspección, a veces durmiendo y siempre relajados, quizá por justificar un estado despiadadamente natural en el que los genitales ocupan el centro de la composición. Normalmente son poses y puntos de vista singulares, casi torturados por el verismo de la desnudez. Freud, quien los distingue de los venerables desnudos de los grandes maestros,  consigue con ellos asombrar, perturbar, seducir.  Comenzó con este tipo de representación con dos cuerpos de mujer (Mujer rubia y Mujer sujetando su pie) y dos de hombre, en los que a falta de los beneficios del color sincretiza con gestos, líneas y trazos mordaces. Viene ahora la mayor de sus planchas Mujer con el brazo tatuado y después  Mujer durmiendo, un grabado singular porque al no estar contento, Lucian la cortó en tres pedazos (Cabeza, torso, muslos).

Con respecto a los hombres siempre son representados de manera, directa, casi clínica (I´m a biologist, diría él) nunca con carga sexual o erótica. Decía, simplemente, que «esa” es la única diferencia entre los hombres y las mujeres y que le gustaba mirar a las personas con «la misma naturalidad que miro a mi whippet Pluto». El joven cineasta Angus Cook fue uno de los más retratado de esta forma durante seis años.
Los retratos, rostros más que cabezas, es el otro tema principal que desarrolla en esta técnica ya practicados en sus pinturas desde los 15 años. En ellos aparecen sus hijas Ib y Esther. Bella, sin embargo, es retratada de cuerpo entero con una camiseta de mangas cortas en la que vuelve a aparecer Pluto. Es extraordinaria a nivel de detalle y de cómo están resueltas las texturas de los distintos elementos de la escena (pelo, sillón, pantalones…) modificando las direcciones y ritmos de la línea al igual que hiciera Rembrandt. Es una de las pocas en la que ha variado las distintas pruebas de estado considerando que la tercera ya fue aceptable. Posteriormente realizó una edición de 36 ejemplares.

Por último, aunque el cuerpo humano es el tema central de sus aguafuertes, también recurre a otros motivos. Los perros adquieren un especial protagonismo y son tratados de la misma manera vulnerable y sublime. Llama la atención cómo trabaja sobre las planchas como si se tratasen de lienzos apoyándolas en el caballete. Con respecto a los paisajes, el jardín posterior de su casa adquiere importancia cuando Freud está cansado de figuras y quiere trabajar a pleno sol.  También se encontrarán versiones de los maestros antiguos como After Watteau, After Constable´s Elm, After Chardin (Jean Simeon), una de la más espectaculares: «No quiero copiar a Chardin, sólo acercarme a él tanto como pueda. Es un acto de amor».

Para ver muchos de sus aguafuertes con bastante calidad y siguiendo un audio explicativo producido por el MOMA  pincha aquí ; también con los términos Lucian Freud ó Lucian Freud etchings, encontrarás multitud de videos en Youtube. No he elegido ninguno en particular porque son abordados de forma muy diversa, pero pueden darte una idea de la trayectoria de este artista de 88 años. Tuve la suerte de ver una exposición suya en el Reina Sofía de Madrid. Espectacular. Actualmente el Centre Pompidou de París ofrece una antológica suya hasta el 10 de julio próximo. Si vas por allí no debes perdértela

[Fuente imágenes y texto: Superior Desnudo de hombre en un sofá 1985 ; siguiente: Girl with fig leaf 1947; siguiente: Hombre posando 1985; Mujer con tatuaje en el brazo, 1996; siguiente: cabeza, tors, muslos 2001; eligiendo la B.A.T del grabado After Constable´s Elm con Balakjian en el 2003; abajo, plancha de cobre de Eli. Todas, al igual que las citas, proceden del catálogo de la exposición de los aguafuertes del artista en el MOMA en 2007 organizada y comisariada por Starr Figura, responsable del Departamento de Estampas y Dibujos de la institución: Lucian Freud, The painter´s etchings, The Museum of Modern Art, New York, 2007]

6 comentarios en “LUCIAN FREUD, El PINTOR QUE GRABA

  1. Extenso y completa entrada. El montaje de la exposición es muy bueno, ponen lupas enormes de aumento para ver los detalles de la trama. Espero que llegue a España. ¡¡¡que alguien la traiga!!! vamos a poner un bote.

  2. Hola, Marias del Mar, no había visto nada de grabados de Freud, si habia visto dibujos, pero esto es increible.. jeje

    Me gusta mucho el triptico del desnudo femenino..

    Saludos

  3. Fabuloso Freud. Otro gran expresionista: Antonio Fuentes ( Tánger, 1905 – 1995 ) que a su vuelta de París – La Grande Chaumière, retrata con el expresionismo propio de su paleta a la ciudad de Tánger.

  4. Quisiera saber donde puedo encontrar alguna comentario sobre la obra Mujer con tatuaje en el brazo, estoy estudiando Artes Visuale y me gusto para hacer un trabajo practico. Necesito un tipo de ficha tecnica. Gracias

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